MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
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El portavoz del PP y vicesecretario de Sociedad y Cultura Abierta, Borja Sémper, se ha justificado este miércoles por usar el euskera en el Pleno del Congreso, asegurando que fue una "buena idea" para demostrar que las lenguas cooficiales no son patrimonio de los nacionalistas, si bien ha asumido que pueda haber compañeros de partido a los que no les gustó el gesto.
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"Sigo pensando que era una buena idea", ha señalado Sémper en una entrevista en Onda Cero, recogida por Europa Press, en la que ha explicado por qué utilizó el euskera tras decir un día antes que usar las cooficiales en el Congreso sería hacer el canelo. Además, ha defendido que el PP "no es una secta" y hay diversidad de opiniones.
Preguntado sobre si avisó a la dirección del partido de que iba a usarlo, ha alegado que no hizo "nada raro" y que no hacía falta comentarlo, pero que en una reunión previa sí que adelantó que utilizaría "alguna frase en euskera".
El portavoz ha señalado que para el PP las lenguas cooficiales "no son un problema y nunca lo han sido", añadiendo que hay diputados en el Grupo Popular que las hablan con naturalidad e incidiendo en que gobiernan en comunidades donde se usan, como Galicia y Baleares.
Sémper, que ha asegurado que reflejó la "posición tradicional" del PP, ha recriminado al PSOE que ahora esté a favor del uso de las cooficiales en el Congreso solo por la "cesión permanente" de Pedro Sánchez a los independentistas para ser presidente.
Tras afirmar que entiende que "algunos" compañeros tengan una "opinión diferente" y no lo compartan, ha considerado "brillante" la idea de expresarse en algunos momentos de su discurso en euskera y autotraducirse, recordando que esto ya se podía hacer "de manera natural" en el Congreso.
"ABSOLUTAMENTE CÓMODO" EN EL PP
"Es normal que haya posiciones diferentes en un grupo tan grande, no pasa nada. Así lo asumo y tomo nota y mejoraré si es que hay que mejorar", ha apuntado, manifestando que está "absolutamente cómodo" en el PP.
Sémper ha dicho que no le preocupan las críticas, sino que se desvíe la atención de lo importante, que a su juicio es que "se alteró y forzó" el Reglamento del Congreso al permitir en el Pleno de ayer las lenguas cooficiales sin haber sido aprobada la reforma, lo que ve "recurrible" por no ser ajustado a Derecho.
Esto supuso, ha denunciado, un nuevo ataque a las instituciones y también al castellano como lengua "común" y "lógica de entendimiento" de los representantes de los españoles.
Sobre si recurrirán la reforma del Reglamento del Congreso, el portavoz 'popular' ha asegurado que van a "analizar todas las posibilidades" porque lo consideran un "despropósito".
Asimismo, ha defendido que el PP no es el PSOE y no echa a quienes piensan diferente, en referencia a la expulsión del exidirigente Nicolás Redondo Terreros, a quien considera un socialista "de pura cepa".
"¿Es el Congreso de los Diputados incapaz de ponerse de acuerdo en una lengua y ahora pretende que nos pongamos de acuerdo en cuatro o en cinco? ¿De verdad, esto qué broma es?", ha interpelado.
SE ESTÁ "CATALANIZANDO" LA POLÍTICA ESPAÑOLA
Sémper ha criticado que hay políticos que se creen por encima de la ley, lo que está "catalanizando la política española en su peor versión" por influencia de los independentistas, que pretenden que los intereses de unos pocos prevalezcan sobre la mayoría, ha añadido.
"No se habla del proyecto común y compartido de país, no se habla de lo que nos une y de lo que queremos hacer juntos. Solo se habla de lo que quieren hacer los que nos quieren separar y los que no creen en la amistad civil entre españoles, que tienen cogido por la pechera a Pedro Sánchez", ha lamentado.
El portavoz ha arremetido también contra que se quiera hacer oficiales el catalán, el euskera y el gallego en la Unión Europea, criticando que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, dedique "toda su energía" a esta cuestión, que no es un problema de política exterior y es "materialmente imposible".
Además, ha señalado que será "muy difícil" dar marcha atrás a este proceso, que puede polarizar a la sociedad española. "No sale ganando nadie", ha avisado.