MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
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El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, ha afirmado que las operaciones militares lanzadas el martes en territorio de la autoproclamada república de Nagorno Karabaj "terminarán si se deponen las armas y estos grupos son desarmados", antes de reiterar que se trata de una "operación antiterrorista" contra células respaldadas por Armenia.
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Aliyev ha trasladado al secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, que las autoridades azeríes han formulado varios llamamientos al diálogo a "representantes de los residentes armenios en la región azerí de Karabaj" y ha incidido en que, si bien todos ellos han sido rechazados en el pasado, sigue dispuesto a mantener estos contactos.
Así, ha denunciado otra vez "acciones de grupos de sabotaje armenios en la región azerí de Karabaj (...) con objetivos terroristas". Además, ha indicado que "las llamadas 'elecciones presidenciales' del 9 de septiembre en Nagorno Karabaj "son una continuación de las provocaciones deliberadas contra la soberanía de Azerbaiyán por parte de Armenia y la organización separatista creada y apoyado por ella".
"Para evitar este tipo de actos de provocación e incitación, Azerbaiyán tuvo que iniciar medidas antiterroristas locales en la región", ha dicho Aliyev, que ha asegurado que durante estas operaciones "no se están llevando a cabo ataques contra instalaciones civiles e infraestructuras". "Sólo se están atacando objetivos militares legítimos", ha defendido.
Por su parte, Blinken ha pedido a Azerbaiyán "el cese inmediato de las acciones militares en Nagorno Karabaj" y "una desescalada de la situación". Así, ha abundado en que "no hay una solución militar" y ha reclamado a las partes "retomar el diálogo para resolver las diferencias entre Bakú y los armenios en Nagorno Karabaj".
Por su parte, el jefe de prensa del Ministerio de Defensa azerí, Anar Eyvazov, ha tildado este mismo miércoles de "infundadas" las denuncias sobre ataques contra objetivos civiles y ha recalcado que "las actividades antiterroristas llevadas a cabo por las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán continúan en Karabaj".
"Los civiles y las instalaciones civiles no son atacadas como parte de las acciones llevadas a cabo por las Fuerzas Armadas azeríes", ha insistido, al tiempo que ha indicado que "las formaciones armadas armenias que se están quedando sin munición están abandonando sus fortificaciones y reorganizándose en áreas residenciales".
"Además, están intentando armar por la fuerza e involucrar a la población civil de la región de Karabaj en posiciones de combate", ha manifestado Eyvazov, quien ha reclamado también a las "formaciones de las Fuerzas Armadas armenias desplegadas en Karabaj que entreguen las armas y se rindan". "En este caso, las actividades antiterroristas llegarían a su fin", ha asegurado.
El Ministerio de Exteriores armenio indicó tras el inicio de la ofensiva azerí que "las Fuerzas Armadas y el equipamiento de Armenia no están desplegados en Nagorno Karabaj y que todas las noticias sobre colocación de minas y operaciones de sabotaje son falsas e inventadas", ha sostenido, antes de pedir a la comunidad internacional que "den pasos claros e inequívocos para poner fin a la agresión de Azerbaiyán".
Asimismo, acusó a las autoridades de Azerbaiyán de "desencadenar otra agresión a gran escala contra la población de Nagorno Karabaj, destinada a completar su política de limpieza étnica". "Guiado por su sentimiento de impunidad, Azerbaiyán ha asumido abiertamente la responsabilidad de la agresión", denunció.
Los combates han dejado hasta la fecha 32 muertos, entre ellos siete civiles --incluidos dos niños-- y más de 200 heridos, entre ellos 35 civiles --incluidos trece niños--, según ha denunciado este miércoles la Oficina del Defensor de los Derechos Humanos de Armenia, tal y como ha recogido la agencia armenia de noticias Armenpress.
Armenia y Azerbaiyán han intercambiado durante los últimos meses acusaciones de violación del alto el fuego de 2020, que puso fin a la Segunda Guerra de Nagorno Karabaj, tras la de 1994. El conflicto se saldó con victoria de Azerbaiyán, que recuperó territorios tomados por Armenia en la primera guerra, incluida la ciudad de Shusha.
Desde entonces, ambos países han mantenido diversos contactos para intentar firmar un acuerdo de paz, si bien las conversaciones han encontrado obstáculos, incluida la situación en torno al corredor de Lachín, que conecta Armenia con la autoproclamada república de Arstaj. La zona cuenta con la presencia de militares rusos desplegados como fuerzas de paz en virtud del citado acuerdo de alto el fuego.