ST. PETERSBURG, Florida, EE.UU. (AP) — Rumbo a los playoffs, los Rays de Tampa Bay pusieron el martes los últimos flecos a sus planes para construir un nuevo estadio en St. Petersburg, con capacidad para 30.000 espectadores, como parte de un megaproyecto de 6.500 millones de dólares que incluye vivienda de costo moderado, tiendas, bares y restaurantes y un museo de historia afroamericana.
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El sitio se encuentra en los mismos terrenos — un área de 34 hectáreas — en el centro de la ciudad y en donde ahora está el estadio Tropicana Field. El recinto, con su domo y rarísima inclinación, será demolido apenas se complete la construcción el nuevo, a tiempo para el día inaugural de la temporada de 2028, dijo Brian Auld, presidente adjunto de los Rays, en una entrevista el lunes.
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El proyecto, que aún deberá sortear varias vallas políticas por su financiamiento y avales, asegura mantener a los Rays en St. Petersburg por el futuro inmediato, pese a las constantes conjeturas de mudarse a Tampa, al otro lado de la bahía, y Nashville, Tennessee. También se planteó la posibilidad de disputar parte de la campaña en Montreal, algo que las Grandes Ligas descartó.
“Aquí nos quedaremos por buen tiempo”, digo Auld. “Estamos entusiasmados que por primera vez desde que nos embarcamos en esto tenemos el sendero despejado para asegurar la permanencia de los Rays en Tampa Bay por varias generaciones”.
El anuncio del nuevo estadio y el proyecto adyacente fue revelado el martes en un evento realizado en el Tropicana Field.
“Estoy emocionado de que los Rays seguirán aquí. ¡Finalmente!”, dijo Janet Long, la directora de la Comisión del condado de Pinellas. Long resaltó que se trata del proyecto de infraestructura más importante en la historia del condado.
Los Rays han jugado en St. Petersburg desde su primera temporada en 1998.
El Trop, como se le conoce a la actual casa de los Rays, ha sido vilipendiado por ser un estadio anacrónico y tener unas vigas de apoyo al techo que son impactadas por batazos de foul. Costó 138 millones de dólares cuando fue construido en 1990 con el objetivo de atraer una franquicia de béisbol a la región.
El nuevo parque de pelota costará alrededor de 1.300 millones de dólares, según las autoridades. Casi la mitad será puesta por los Rays y la otra por la ciudad y los gobiernos de los condados, dijo el presidente adjunto Matt Silverman. La estructura tendrá un techo fijo para jugar en el clima lluvioso y caluroso de Florida, con puertas y ventanas en los costados que se podrán abrir para que entre aire fresco durante los meses de menos calor.
“Tendrá el aforo más pequeño en las Grandes Ligas. Tener ese techo es necesario, pero buscas crear intimidad”, dijo Silverman.