MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
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La coalición rebelde tuareg Coordinación de Movimientos del Azawad (CMA) ha asegurado haber llevado a cabo un ataque contra un cuartel del Ejército de Malí en la localidad de Léré, situada en la provincia de Tombuctú, en el marco de unos combates durante la última semana que hacen temer el colapso del acuerdo de paz de 2015.
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"Ataque vigoroso de unidades del ejército nacional del Azawad contra un cuartel del Ejército maliense en Léré", ha dicho la Célula de Información y Comunicación de Asuntos Militares de la CMA, tras lo que ha dicho que los rebeldes "se hizo con el control total (de las instalaciones) tras dos horas de combates".
Asimismo, ha indicado que las Fuerzas Armadas desplegaron en la zona dos aviones militares, uno de los cuales fue derribado. "El otro se ha replegado. Habrá más detalles posteriormente", ha manifestado, sin pronunciarse sobre bajas o muertos entre sus filas o las del Ejército maliense.
Por su parte, el Ejército de Malí ha confirmado en un breve comunicado en su cuenta en la red social X, anteriormente conocida como Twitter, donde ha incidido en que "la respuesta está en marcha". "Pedimos a las poblaciones que mantengan la calma y eviten todo movimiento en la zona", ha subrayado.
El suceso tiene lugar menos de una semana después de que la CMA afirmara que estaba "en estado de guerra" con la junta militar de Malí tras denunciar una serie de ataques por parte del Ejército y los mercenarios del Grupo Wagner, en un nuevo varapalo a la estabilidad de los Acuerdos de Paz firmados en 2015 en la capital de Argelia, Argel.
Poco después, los rebeldes afirmaron haberse hecho con el control de la localidad de Bourem tras combates con las Fuerzas Armadas, que subrayaron sin embargo que su respuesta había expulsado a la CMA de la zona, combates que se habrían saldado con decenas de muertos, según los balances facilitados por ambos bandos.
Los combates estallaron tras meses de tensiones en torno a la suspensión del diálogo entre las partes firmantes del acuerdo de paz de 2015, decisión adoptada en diciembre por la CMA, que exigió un proceso de mediación internacional en un lugar neutral ante la falta de voluntad de la junta maliense para cumplir con lo pactado.
En virtud del pacto firmado en 2015, los grupos separatistas tuareg pasaron a formar parte de las Fuerzas Armadas, se selló un alto el fuego y se propuso dotar de más competencias a la parte septentrional de Malí, así como la creación de una fuerza de seguridad regional y un plan de desarrollo.
En febrero, el Marco Estratégico Permanente (CPS) --que integra a antiguos rebeldes tuareg y a miembros de milicias progubernamentales-- anunciaron en febrero el inicio de una operación conjunta contra Estado Islámico para "demostrar que los grupos firmantes están presentes y que el Grupo de Apoyo para el Islam y los Musulmanes (JNIM) --rama de Al Qaeda en la región-- no es una alternativa".
Los rebeldes tuareg se han levantado en armas hasta cuatro veces en 50 años para conseguir, en unos casos, mayor autonomía o, en otros, directamente la independencia de Bamako. El último levantamiento tuvo lugar en 2012, si bien fue rápidamente secuestrado por grupos yihadistas que avanzaron hacia el centro del país africano.
Malí se encuentra en la actualidad dirigido por una junta militar tras los golpes de Estado perpetrados en agosto de 2020 y mayo de 2021, ambos encabezados por Assimi Goita, actual presidente de transición. Goita se ha distanciado de Francia y ha reclamado la retirada de los 'cascos azules' de Naciones Unidas, al tiempo que ha estrechado lazos con Rusia.