MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
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"No pensábamos que podíamos vivir de la música como lo hemos hecho todos estos años, haciendo lo que queríamos, sin condiciones comerciales, siendo nosotros mismos", apostilla Álbaro Arizaleta (voz y batería) en una entrevista concedida a Europa Press junto a Cristina Martínez (voz y guitarra).
El artista subraya que el reconocido grupo, que completan Raúl Arizaleta (guitarra), Daniel Ulecia (bajo) e Iñigo Sola (trompeta, percusiones, sintetizadores), "no se deja nada en el tintero" en su trayectoria e incide en que este año era el adecuado para retirarse porque es mejor dejarlo en un momento de éxito: "Aquí arriba, sin empezar a caer".
La idea revoloteaba ya desde la grabación de su disco 'Ataque celeste' (2020), un trabajo que Arizaleta explica que "costó mucho" hacer y, además, se llevó un golpe "terrible" porque se lanzó poco antes de iniciar la pandemia de la Covid-19.
El "agotamiento" que ya sentía el grupo creció ante esta situación, lo que hizo que la decisión de retirarse se "acelerase". "Sentíamos que no teníamos más fuerza para enfrentarnos a un siguiente disco, pero estábamos en nuestro mejor momento de la carrera", explica el vocalista sobre una decisión que se tomó finalmente con satisfacción por lo conseguido.
Si bien ese cansancio al que se refiere la banda es el resultado de un "cúmulo" de muchas cosas, los artistas apuntan a que, en parte, influyó el no entender hacia dónde va la industria y la profesión. "Ante esta profesión era más romántica", dice Martínez, para lamentar el funcionamiento de algunas plataformas de 'streaming' por el reparto de ganancias a los artistas o por el imperativo del número de reproducciones.
"Antes nosotros no pensábamos en nada de eso. A mi me agotan las redes sociales y me parece que el artista pierde muchísimo misterio con ellas. Hemos perdido mucha magia", advierte la artista.
GIRA 'AMARGA BAJA'
Lo que aún no ha perdido magia ha sido el directo sobre el escenario, por lo que la banda tomó la decisión de llevar a cabo la gira 'Amarga baja', con la cual ya ha recalado en Ciudad de México, Pamplona o Bilbao, continuará por una quincena de ciudades españolas y acabará volviendo a la capital navarra a finales de 2023. El tour, con más de veinte fechas, consta de al menos ocho 'sold out'.
Esta gira es el "final de toda una vida" para los miembros del grupo y otorga a los asistentes la oportunidad de llevarse en físico su último trabajo, un vinilo con cuatro temas. En concreto, este recoge las nuevas versiones de 'Perlas', con Pucho de Vetusta Morla; 'Diamantes', con Santi Balmes; 'Babel', con Fermín Muguruza, y 'A la espalda del mar', con Amaral.
"De alguna manera nos hemos dado un capricho con estas revisiones", apunta Martínez, para defender a la cantante Eva Amaral de los mensajes de odio que ha recibido por redes sociales tras mostrar el pecho durante su último concierto en el festival Sonorama Ribera.
"Parece que avanzamos, pero vamos hacía atrás (...). Que haya una igualdad, ¿qué más vamos a tener que hacer?", lamenta, unas palabras que comparte Arizaleta, quien defiende la "libertad" de que cada uno pueda hacer "lo que quiera sobre el escenario".
En relación con la libertad y la censura, cuestionados por su postura respecto a las peticiones de intelectuales y ciudadanos de no proyectar en el Festival de Cine de San Sebastián el documental en el que Jordi Évole entrevista a exdirigente de ETA 'Josu Ternera', los componentes de El Columpio Asesino lamentan que temas como este sean aún "intocables" en España y consideran que la película debe poder emitirse. "Primero que se vea y luego que se juzgue", indica el vocalista y guitarrista.
MÁS "DENUNCIA" EN LAS CANCIONES
En este punto, Arizaleta avisa de que echa en falta en la música que más triunfa en la actualidad un mensaje "más comprometido con la sociedad". "Son más naif en ese sentido", señala, para añadir que le gustaría que se reflejará en más canciones "la insatisfacción" y "denuncia" respecto a "los tiempos que corren".
No obstante, precisa que si un artista no tiene esa necesidad, es mejor no hacerlo, y alerta de que lo "más peligroso" sería que estos se viesen "empujados a no cantar" sobre determinadas cuestiones, dejando así en peores condiciones una industria que los componentes del grupo consideran que, como todo, "tiene su lado oscuro".
"Lo que pasa es que muchas veces parece que en la vida de los músicos todo es fiesta o que como trabajas en lo que pones todo tu corazón, es fácil, pero tiene su lado reverso", resalta el vocalista, quien, pese a todo, recuerda con plena satisfacción la trayectoria de la banda que en unos meses concluirá su carrera tras más de dos décadas que permanecerán en la historia por sus éxitos alternativos.