FILADELFIA (AP) — Los Eagles tuvieron a un muy buen corredor en Miles Sanders. Constante y durable, corrió para más de 1.200 yardas y anotó 11 veces en una temporada que terminó conduciendo a Filadelfia hasta el Super Bowl.
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Pero en la NFL moderna, un buen corredor se conserva menos que una afeitadora desechable. En estos días, se privilegia el pase, y el quarterback es el rey.
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Tan así es que los corredores de elite se quejaron en el receso entre campañas, cuando los equipos se negaron a darles contratos lucrativos de largo plazo. Saquon Barkley, de los Giants, figuró entre quienes consideraron que se merecían algo mejor.
Cuando Carolina le ofreció a Sanders un contrato por 13 millones de dólares garantizados, los Eagles decidieron agradecer a su corredor por los buenos recuerdos y lo dejaron partir. Después de todo, D'Andre Swift estaba disponible y los Eagles lograron contratarlo por menos de la mitad del dinero que los Panthers le garantizaron a Sanders.
Los corredores detrás de una línea apuntalada por jugadores tan corpulentos Jason Kelce y Lane Johnson encuentran carriles para avanzar. Swift rescató así a los Eagles, en una noche en la que Jalen Hurts no estuvo tan afinado.
Swift corrió para 175 yardas, la mayor cifra de su carrera. Aportó además un touchdown el jueves, en la victoria por 34-28 sobre los Vikings de Minnesota.
Además, Swift aporta una historia inspiradora para los Eagles. El joven de 24 años creció en el área de Filadelfia y asistió a la Preparatoria St. Joseph antes de marcharse a Georgia.
Había una treintena de familiares y amigos en el Lincoln Financial Field para verlo, y el entrenador Nick Sirianni recompensó a Swift al darle muchos acarreos. Swift realizó 28 de los 48 totales intentados por Filadelfia.
Su total de yardas por tierra fue el segundo mayor durante un partido en las tres campañas de Sirianni.
QUÉ FUNCIONA
Un año después de que los equipos especiales eran una debilidad evidente en un equipo que por lo demás lucía completo, esa unidad ha mejorado ostensiblemente en la presente campaña.
Jake Elliott sigue brillando. Convirtió un gol de campo de 24 yardas y luego uno de 61 para cerrar la primera mitad. Sin embargo, el desempeño más destacado fue el del veterano Justin Evans, quien dio un puñetazo al balón mientras Brandon Powell devolvía un despeje para forzar un fumble en el primer cuarto.
Nicholas Morrow se apoderó del balón suelto.
QUÉ FALTA
En un partido en que Swift acaparó los reflectores, fue quizás normal que surgieran rencillas a un lado del terreno.
Ante Nueva Inglaterra, el tight end Dallas Goedert no logró recepciones, y mostró su molestia. Frente a los Patriots, el primer receptor A.J. Brown se enfrascó en una discusión acalorada con Hurts junto a la línea de banda en la segunda mitad.
Sirianni tuvo que intervenir para tranquilizar a Brown, quien realizó sólo cuatro recepciones para 29 yardas. Brown sumó 88 atrapadas para 1.496 yardas hace un año. Tras dos partidos de esta campaña, suma sólo 11 recepciones y 108 yardas.
