ALBACETE, 13 (EUROPA PRESS)
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De igual modo, preguntado también por las declaraciones del expresidente José María Azar, que ha llamado a la movilización civil ante esa posible amnistía, tras asegurar que no le sorprende, pues es "Aznar en su salsa", ha abogado por "superar ese debate y ese lenguaje "un tanto guerracivilista, afirmando que "por los extremos no van a venir nunca las soluciones".
El líder de los socialistas castellanomanchegos se ha pronunciado de este modo desde la Feria de Albacete, donde ha sido preguntado por los medios sobre estas cuestiones que centran el debate nacional.
"Lo último que le he escuchado al presidente del Gobierno hablar de amnistía ha sido que no cabía en la Constitución. Todavía no he escuchado otra cosa, y esperaría escucharle. El Partido Socialista tendría muchas opciones de subir, siempre y cuando no alimentáramos ninguna ambigüedad respecto de nuestra vocación constitucional y, lógicamente, de igualdad entre todos los españoles".
Pese a estas palabras, García-Page, que ha confesado que el de la amnistía es una cuestión que el tiene "muy preocupado", ha señalado que tiene la intención de hacer un planteamiento "en el momento correcto".
"Ahora estamos en el momento de la investidura de Feijóo y, por tanto, creo que hay que verlo también con mentalidad práctica y no caer en la retórica en la que nos quieren llevar algunos. Quiero ver cosas con detalle y pronunciarme con fundamento. Siempre con firmeza".
No obstante, a su juicio, en relación con la amnistía "sólo hay dos obviedades, que todavía se tienen que aclarar". "La primera es que no han pasado dos meses desde las Elecciones Generales, que fueron el 23 de julio, a las que el PSOE fue con el planteamiento de que la amnistía no cabía en la Constitución. Por consiguiente, a los electores lo que le planteamos el 23 de julio es que la amnistía no cabía en la Constitución", ha reiterado.
De ahí que haya sentenciado que ese nuevo planteamiento "se tendrá que explicar o se tendrá que aclarar si es que alguien quiere dar un cambio de enfoque o de idea".
"La realidad es que todo el Gobierno en pleno, todos los ministros, se han hartado de decir que no cabía en la Constitución y era la contestación que se le daba permanentemente a Esquerra Republicana. Por tanto, que lo que no cabía en la Constitución quepa de un día para otro, esto de entrada, como comprenderán, es enormemente grave".
Dicho esto, ha defendido que "como medicina previa" todos los demócratas de España, "tienen que escuchar a Puigdemont o a los independentistas cuando hayan reconocido el camino constitucional, se ratifiquen en el compromiso constitucional, aunque quieran cambiar la Constitución o no les guste, y en cualquier caso un compromiso evidente de no volver a las andadas".
"Ésta es una obviedad. Sí te están diciendo que quieren la amnistía para volver a hacer lo mismo, miel sobre hojas, vamos, que está más claro el agua, más claro el agua".
De igual modo, preguntado también por las declaraciones del expresidente José María Aznar, tras asegurar que no le sorprende, pues es "Aznar en su salsa", ha abogado por superar ese debate y ese lenguaje "un tanto guerracivilista", afirmando que "por los extremos no van a venir nunca las soluciones".
Y es que García-Page se ha mostrado convencido de que las soluciones, lejos de venir de las posiciones extremas "tienen que venir de las soluciones más ponderadas, más moderadas". "Creo que ese es el espacio en el que algunos nos vamos a empeñar cabezonamente en que no se pierda del todo en España, porque si no estamos condenados a que permanentemente una mitad le esté llevando la contraria a la otra mitad. Este no es un debate, no es un debate ni siquiera a veces de izquierdas y derechas, como se quiere plantear".
Dicho esto, ha argumentado que la derecha catalana "es más que el PP en Cataluña y ha sido el rival permanente del Partido Socialista de los catalanes. "En términos económicos, Puigdemont se entendería mejor con Aznar que con nosotros".