MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
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Comisariada por Ángel Aterido, profesor de Historia del Arte de la Universidad Complutense de Madrid y especialista en pintura española del siglo XVII, esta muestra propone un recorrido de siglo y medio por el bodegón español en casi medio centenar de obras de diversos artistas consagrados al género.
"Desde los sobrios planteamientos de Juan van der Hamen, Alejandro de Loarte o Juan de Zurbarán, pasando por las soluciones plenas de barroquismo de Juan de Arellano, hasta concluir con las refinadas composiciones de Luis Meléndez", han explicado desde la fundación.
"El género de la naturaleza muerta constituye uno de los núcleos temáticos más coherentes dentro de la Colección Masaveu. En esta exposición se ha reunido una selección significativa, centrada en sus piezas más sobresalientes del Barroco y la Ilustración, a través de la que ofrecer un panorama representativo del origen y la evolución de uno de los asuntos pictóricos más extendidos en la tradición occidental", explica el comisario.
Por su parte, para Álvaro Sánchez, secretario del patronato de la Fundación María Cristina Masaveu Peterson, esta exposición "demuestra la labor de difusión de la Colección Masaveu como institución heredera de la tradición centenaria de mecenazgo que ha caracterizado a la familia Masaveu a lo largo de generaciones".
La muestra se presentó por primera vez en la Fundación Unicaja de Sevilla (del 4 de abril al 16 de julio de 2022) y también se ha podido ver en el Museo de Bellas Artes de Asturias (del 30 de septiembre de 2022 al 8 de enero de 2023) con diferencias en su organización y número de piezas respecto a la exposición que ahora se abre en Madrid, rediseñada para las salas de la sede de la Fundación María Cristina Masaveu Peterson.
Está formada en su mayoría por fondos de la Colección. La colección personal de Pedro Masaveu Peterson, integrada por cuatrocientas diez obras, fue entregada al Principado de Asturias mediante la vía de la dación en 1994, un año después de su fallecimiento, por deseo expreso de María Cristina Masaveu Peterson, quien quiso de este modo honrar la figura de su hermano como coleccionista.