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Harris dice en el sudeste asiático, "Debemos mirar hacia el futuro"

YAKARTA, Indonesia (AP) — Fue más de un día de viaje, con dos escalas de repostaje, hasta que la vicepresidente estadounidense Kamala Harris llegó a la cumbre de los países del sureste asiático. Y una vez que llegó, tuvo ocho minutos para hablar públicamente en dos reuniones.

Pero en ese enorme centro de convenciones en Yakarta, adornado con flores y plantas tropicales, Harris vio una oportunidad para forjar el futuro de la política exterior estadounidense.

En una entrevista con Associated Press, la vicepresidenta dijo que Washington debe “prestar atención a los próximos 10, 20, 30 años y qué hacemos ahora para beneficio de nuestro país entonces”.

Según ella, eso significa trabajar en el sureste asiático. Dos tercios de su población es menor de 35 años. Es el cuarto mercado para las exportaciones de Estados Unidos. Un tercio del tráfico marítimo global transita por el Mar del Sur de la China.

“Pensemos en eso”, dijo Harris.

Este fue su tercer viaje a la región desde que asumió sus funciones —regresará a Washington en las próximas horas— y ha visitado más países aquí que en cualquier otra región. Es un amplio conjunto de naciones, muchas de ellas ávidas por experimentar la presencia de un mandatario estadounidense, y Harris los ha recorrido en los últimos años.

Aunque su tarea original en materia de política exterior era ocuparse de la migración centroamericana, sus viajes más recientes han colocado a Harris en el centro de los esfuerzos de la Casa Blanca para reforzar los lazos en Asia para contrarrestar a China. Paralelamente, cumple un papel destacado en la política interior, donde ha tomado la delantera en asuntos centrales para los demócratas como son el derecho de aborto en la elección de 2024.

En política interior, como en la exterior, el progreso suele ser lento o difícil de medir. La tasa de aprobación de Harris en las encuestas sigue siendo bajísima, y sus anuncios en el sudeste asiático son del orden de las decenas de millones, no los miles de millones, de dólares. Pero asegura que los dividendos de su trabajo en la región llegarán con el tiempo y a medida que conoce a los mandatarios.

“Las relaciones más fuertes se basarán en la coherencia, la comunicación, la confianza y la capacidad de trabajar juntos y acrecentar la sensación de conexión”, aseguró.

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