NUEVA YORK (AP) — Como ya es un ritual, otra presencia de Novak Djokovic en las últimas instancias de un Grand Slam trae consigo más récords.
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El astro serbio prosiguió el martes su metódica faena de reescribir los registros del tenis. En una jornada de sofocante calor en el Abierto de Estados Unidos, dejó atrás a Roger Federer para convertirse en el hombre que más semifinales ha alcanzado en la historia de las grandes citas del deporte, la número 47.
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Djokovic esculpió una actuación magistral al vencer 6-1, 6-4, 6-4 a Taylor Fritz, un estadounidense que venía precedido por una sucesión de cuatro victorias en sets corridos.
Pero se estrelló contra un Djokovic en plena ebullición en Flushing Meadows. Después de llevarse un susto en la tercera ronda, cuando tuvo que revertir un déficit de dos sets ante su compatriota Laslo Djere, el nivel Djokovic va subiendo como la espuma — ha ganado nueve sets consecutivos desde que estuvo al borde del abismo.
“Salí muy decidido. Tenía bien claro lo que necesitaba hacer en la pista”, sintetizó un Djokovic que presumió de su habilidad para canalizar los factores adversos.
Situaciones como tener que jugar frente a un público local que trató de animar al suyo.
“En el calor del momento, a veces, buscas aprovechar la energía del público para motivarte a ti mismo”, explicó Djokovic sobre su disciplina. “Hay otras veces en las que sencillamente te metes en tu burbuja, te concentras en respirar, asimilar el momento y enfocarte en el próximo punto. Se trata de adaptarse a cualquier tipo de circunstancia que se te pueda presentar y lo que se requiera para resolverla".
Djokovic quedó 13-0 de por vida en la etapa de cuartos de final del Slam estadounidense y mantuvo perfecta su foja en el historial directo contra Fritz — un 8-0 —, el noveno cabeza de serie del torneo.
"Novak es Novak", dijo Fritz con un tono de resignación y lamentándose por el poco daño que hizo con su saque durante toda la tarde. “En otros partidos, supongo, no pagaría por fallar tanto con el primer saque. Quizás pueda salirme con la mía, pero contra él, tengo que sacar mejor del 50%, golpear mejor”.
Djokovic, quien volverá a la cima del ranking el próximo lunes, alcanzó por 13ra ocasión la penúltima ronda del US Open. A sus 36 años está a ley de dos victorias de ampliar a 24 su colección récord de títulos en los Slams.
También logró por sexta vez en su carrera avanzar a las semifinales de las cuatro grandes citas, posicionándose por encima de Federer con cinco en la era abierta del tenis masculino — a partir de 1968.
“Es un auténtico privilegio seguir jugando. A esta altura de mi vida no sé cuántas oportunidades más me quedan, así que trato de disfrutar el máximo posible”, dijo Djokovic en una entrevista a pie de cancha en la que recordó su difícil niñez en medio de las guerras de los Balcanes.
“Este es el deporte que tanto me ha dado. Viniendo de Serbia, un país en guerra cuando crecí", dijo Djokovic. “Tuve muchas dificultades y me encontré con muchas piedras en el camino. Tuve mucha suerte de encontrar gente que me apoyó y creyó en mi talento”.
Apartando la nostalgia, Djokovic cantó un clásico rap de los Beastie Boys ante el público y cuya traducción al español es: “Tienes que luchar por tu derecho a la fiesta”.
Fue un día soleado, pero se jugó con el techo retráctil parcialmente cerrado para mitigar el calor de las últimas semanas del verano de Nueva York. Las temperaturas alcanzaron los 32 grados Celsius (90 F), con una humedad por encima de 55%.
En los cambios de lados, los jugadores trataron de refrescarse cambiándose múltiples veces sus camisetas empapadas de sudor y poniéndose toallas con hielo.
Djokovic enfrentará en su semifinal del viernes a Ben Shelton, quien superó 6-2, 3-6, 7-6 (7), 6-2 a Frances Tiafoe en un duelo de toma y daca que cerró la jornada.
El encuentro en el estadio Arthur Ashe concluyó pasada la medianoche y fue el primero entre dos afroestadounidenses en los cuartos de final del US Open en la era abierta, que se remonta a 1968.