MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
El portavoz de Kuleba, Oleg Nikolenko, fue quien primero dio la voz de alarma, asegurando en su cuenta de Facebook que parte de los drones utilizados de madrugada para bombardear la región ucraniana de Odesa habían caído al otro lado de la frontera, en Rumanía.
Sin embargo, poco después el Ministerio de Defensa rumano salió al paso de estas informaciones para negarlas "categóricamente", en un comunicado en el que, al margen de la condena de los ataques, matizó que no había habido amenaza alguna para la soberanía nacional.
Kuleba ha dado por hecho que las autoridades rumanas están analizando "todos los aspectos" antes de pronunciarse de forma más clara, ya que hay "pruebas" que acreditan que hubo impactos en territorio rumano. "No tiene sentido negar que algo cayó allí", ha dicho en unas declaraciones a los medios recogidas por agencias locales.
El ministro se ha ofrecido incluso a compartir las imágenes que servirían como prueba. Su portavoz había compartido en su perfil de Facebook una fotografía de una explosión que, teóricamente, alude al incidente esgrimido tanto por Kuleba como por Nikolenko.
Rumanía forma parte de la OTAN, por lo que su territorio teóricamente goza de la voluntad de protección de todos los Estados miembro de la Alianza. De hecho, cada país tiene derecho a invocar la cláusula de defensa colectiva si consideran que están bajo algún tipo de amenaza.