MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
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"Estoy avergonzado por lo que ocurrió ayer. Los responsables deberían también sentirse avergonzados", ha afirmado el presidente de Chipre, Nikos Christodoulides, durante un encuentro con la cúpula del Gobierno y los máximos responsables de Policía, Protección Civil y Bomberos. "No puede ser que el Estado no sea capaz de proteger a sus ciudadanos y a otros", ha añadido.
Al menos cinco personas resultaron heridos en estos ataques de "extremistas de ultraderecha", según la descripción de la prensa chipriota. La Policía empleó gas lacrimógeno y detuvo a trece personas, según 'The Cyprus Times'.
Las imágenes muestran a transeúntes que huyen de las embestidas de individuos encapuchados entre gritos y consignas como "¡Inmigrantes fuera de Chipre!". Otros ciudadanos chipriotas ayudaron y protegieron a los inmigrantes, objetivo declarado de los atacantes, según la prensa. "La Policía no pudo proteger a los ciudadanos y a los periodistas", ha advertido uno de los informadores presentes. Un equipo de televisión también fue agredido por los manifestantes.
La semana pasada fueron atacados de forma similar los refugiados sirios de la localidad de Chloraka, donde las fuerzas de seguridad emplearon gas lacrimógeno y un cañón de agua.
El Ministerio del Interior cifra en en torno al 6 por ciento la población de origen extranjero en Chipre, país con el récord anual de solicitudes de asilo 'per capita' de toda la UE. Los extranjeros se concentran en centros para refugiados abarrotados y en ghettos de pobreza.