HORSESHOE BEACH, Florida, EE.UU. (AP) — Lo peor del huracán Idalia dejó a los residentes de una región de comunidades muy unidas intentando encontrar sitios para vivir mientras reconstruyen sus hogares, si deciden que vale la pena, y esperando lo que podrían ser semanas para que se restablezca el servicio de electricidad luego que los vientos y el agua arrasaron con redes eléctricas enteras.
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Idalia tocó tierra firme el miércoles en la región escasamente poblada de Big Bend, en Florida, donde los lugares para pescar y remar están conectados por pantanos.
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La magnitud del desastre se hizo más patente el viernes. Una cooperativa eléctrica advirtió a sus 28.000 clientes que podría llevarle dos semanas restablecer el suministro. Autoridades de emergencias prometieron que los tráileres llegarán durante el fin de semana para brindar alojamiento en una zona que, para empezar, no tenía mucho.
“Volveremos a construir. Seguiremos pescando y disfrutando de la pesca de corvinas y truchas y comiendo ostras, y atrapando vieiras y comiéndolas”, comentó el agente inmobiliario Jimmy Butler, que vive en Horseshoe Beach, donde se produjeron algunos de los peores daños.
Idalia tocó tierra firma el miércoles cerca de Keaton Beach con vientos de 200 kilómetros por hora (125 millas por hora) y una marejada ciclónica de 1,8 metros (6 pies). La tormenta avanzó rápidamente y arrasó con zonas rurales del interior de Florida y el sur de Georgia.
Aunque la tormenta causó estragos en una parte de Florida que se ha librado del desarrollo costero masivo, su trayectoria y velocidad de avance evitaron que el sector asegurador del estado sufriera un enorme golpe financiero, dijo el director financiero electo Jimmy Patronis, cuya agencia supervisa la Oficina de Regulación de Seguros del estado.
Dos días después que el huracán Ian, más potente, azotara el suroeste de Florida el año pasado en los alrededores de Fort Myers, por ejemplo, el estado informó de más de 62.000 reclamos de seguros. En los dos días posteriores a Idalia, se han producido unas 3.000, según Patronis.
Pero algunas de las casas más antiguas del Big Bend pueden haber pasado de generación en generación y no estar aseguradas. Las personas que lo han perdido todo pueden decidir que no pueden costearlo o que no vale la pena reconstruir, con lo que el impacto cultural será mayor que el financiero, según Patronis.
Más de 100.000 hogares y empresas de Florida y Georgia seguían sin suministro eléctrico el viernes, según PowerOutage.us.
La Cooperativa Suwannee Valley Electric advirtió a sus 28.000 clientes que se prepararan para estar sin electricidad durante dos semanas después de que cientos de postes se partieran, con miles de reportes de daños y líneas caídas. La empresa ha contratado a cientos de trabajadores para las reparaciones y ha instalado generadores en algunos restaurantes y otros sitios.
“Va a llevar un tiempo que todo el mundo vuelva a tener electricidad”, escribió a los clientes el director general de la cooperativa, Mike McWaters.
Los vestigios de Idalia seguían alejándose de Estados Unidos el viernes. Los meteorólogos advirtieron que podría volver a convertirse en tormenta tropical el sábado y llevar vientos y lluvias a las Bermudas, que fueron azotadas por los vientos y lluvias de las bandas exteriores del huracán Franklin esta semana.
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Los periodistas de The Associated Press Curt Anderson en Indian Rocks Beach; Daniel Kozin en Horseshoe Beach; Russ Bynum en Savannah, Georgia; Jeff Amy en Atlanta, y Jeffrey Collins en Columbia, Carolina del Sur, contribuyeron a este despacho.
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La cobertura climática y ambiental de The Associated Press recibe el apoyo de varias fundaciones privadas. La AP es la única responsable de todo el contenido.