MADRID, 31 (EUROPA PRESS)
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El Ejecutivo noruego ha admitido que la situación política en Malí ha sido "volátil" desde los golpes de 2020 y 2021 y, especialmente, después de que la actual junta haya roto su colaboración con Francia y con la propia ONU. "Cuando termine la misión de la ONU, será más difícil mantener la actividad diplomática normal", ha esgrimido el Ministerio de Exteriores en un comunicado.
La ministra, Anniken Huitfeldt, ha aclarado que el cierre de la Embajada, que también representa los intereses de Noruega en Burkina Faso, Mauritania, Níger y Chad, "no es el final del compromiso con el Sahel", una región de la que aspira a seguir siendo "un socio a largo plazo y fiable".
"Hay una necesidad urgente de promover la estabilización, la resolución de conflictos y el desarrollo y en Sahel", ha subrayado Huitfeldt, que ha abogado por buscar "otras formas" para que los intereses de Noruega estén representados en Malí una vez se acometa el cierre definitivo de la Embajada.
La MINUSMA ha anunciado precisamente este jueves la finalización de la primera fase de su plan de retirada de 'cascos azules' tras su salida de la base militar de Ménaka (noreste), después de que los militares llegaran el miércoles a Gao tras salir el 25 de agosto de las instalaciones.