QUITO (AP) — Cerca de 2.000 policías y militares ingresaron el miércoles fuertemente armados a la peligrosa cárcel de Latacunga, en el centro norte de Ecuador, para requisar armas, municiones y explosivos, informó el presidente Guillermo Lasso.
PUBLICIDAD
En su cuenta de la red social X, antes llamada Twitter, destacó que en virtud del estado de excepción que rige desde julio en todo el sistema penitenciario se hizo el operativo que busca “evitar hechos violentos" y aseguró que "nuestro trabajo continúa contra la delincuencia y violencia, por la seguridad de todos”.
PUBLICIDAD
La publicación está acompañada de un video en el que se observa el ingreso de vehículos militares blindados y de los uniformados con chalecos antibalas y fusiles, entre otros equipos.
La cárcel de Latacunga está ubicada a 100 kilómetros al sur de la capital y a inicios de octubre del año pasado fue escenario de una reyerta que dejó 16 fallecidos y 21 heridos y que las autoridades atribuyeron a disputas entre bandas que buscan el control de las rutas y territorios de distribución de drogas.
Durante la jornada, decenas de militares y policías se han mantenido en el exterior de la cárcel de Cuenca, a 300 kilómetros al sur de la capital, donde “están retenidos servidores del cuerpo de seguridad penitenciaria" por parte de un grupo de reclusos que se oponen a la requisa que se realiza en la cárcel de Latacunga, destacó el Servicio de Atención a Personas Privadas de Libertad (SNAI).
Añadió que los funcionarios retenidos están en buen estado y que las fuerzas del orden mantienen acciones para precautelar la integridad de las personas retenidas y retomar la normalidad. No se informó la cantidad de vigilantes retenidos.
Esta es la sexta intervención en un centro carcelario. La mayoría de las operaciones de este tipo se han realizado en la Penitenciaría del Litoral, la más peligrosa del país y escenario de frecuentes y brutales matanzas entre presos. Esa penitenciaría forma parte de un complejo de cinco prisiones ubicado en Guayaquil, 270 kilómetros al suroeste de la capital.
La masacre más sangrienta en ese lugar se produjo en septiembre de 2021, cuando 119 presos fueron asesinados. Desde entonces ha habido más de una decena de enfrentamientos en diversas cárceles del país que han dejado más de 420 muertos hasta el primer semestre de este año.
Desde el inicio de su gobierno en mayo de 2021, Lasso ha tenido que afrontar una secuencia de motines y masacres al interior de las cárceles y ha sido duramente criticado por la poca eficiencia para controlarlas.