EL CAIRO (AP) — El máximo responsable militar de Sudán llegó a Egipto el martes en su primer viaje al extranjero desde que el país se sumió en un enconado conflicto a principios de año, dijeron las autoridades.
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El general Abdel-Fattah Burhan, presidente del Consejo Soberano que gobierna el país, fue recibido por su homólogo egipcio, Abdel Fattah el-Sissi, en el aeropuerto de la ciudad mediterránea de el-Alamein, explicó el consejo.
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En un comunicado previo, el Consejo había indicado que los dos líderes discutirían los últimos acontecimientos en Sudán y los lazos entre las dos naciones vecinas.
Sudán se sumió en el caos a mediados de abril, cuando las tensiones latentes entre el ejército, liderado por Burhan, y la poderosa milicia paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido, comandada por Mohammed Hamdan Dagalo, estallaron en una lucha abierta en la capital, Jartum, y otras partes del país.
El conflicto ha reducido la capital a un campo de batalla urbano, con grandes zonas bajo el control de las FAR. El cuartel general del ejército, donde supuestamente Burhan está destinado desde abril, ha sido uno de los epicentros de conflicto.
En su viaje a Egipto, Burhan estaba acompañado por el ministro de Exteriores en funciones, Ali al-Sadiq; por el general Ahmed Ibrahim Mufadel, jefe de la Autoridad General de Inteligencia, y otros oficiales militares.
Burhan logró salir del cuartel general la semana pasada. Visitó instalaciones militares en Omdurman, en la otra orilla de Jartum, y en otras partes del país. El general viajó a Egipto desde la ciudad costera de Port Sudan, en el Mar Rojo.
A pesar de los meses de combates, ninguno de los bandos ha logrado hacerse con el control de Jartum ni de otras zonas clave del país. La semana pasada se pudieron escuchar potentes explosiones y se vieron columnas de humo negro sobre zonas clave de la capital, incluyendo el aeropuerto.
Egipto mantiene una larga relación con el ejército sudanés y sus principales generales. En julio, el-Sissi organizó una reunión con los vecinos de Sudán y anunció un plan para un alto el fuego. Pero una serie de frágiles treguas, mediadas por Estados Unidos y Arabia Saudí, no han prosperado.
Se estima que los combates se han cobrado la vida de al menos 4.000 personas, según la oficina de derechos humanos de Naciones Unidas, aunque activistas y doctores sobre el terreno afirman que el número de víctimas mortales es probablemente mayor.
Más de 4,6 millones de personas se van visto desplazadas, de acuerdo con la agencia migratoria de la ONU, incluyendo más de 3,6 millones que huyeron a zonas más seguras dentro del propio país y más de un millón que cruzaron a países vecinos.