WASHINGTON (AP) — Una jueza programó para el 4 de marzo de 2024 el inicio del juicio federal al expresidente Donald Trump en Washington, en el caso en que se le acusa de tratar de revertir los resultados de las elecciones de 2020, con lo que rechaza la solicitud de la defensa de postergar varios años el proceso.
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La jueza Tanya Chutkan rechazó los señalamientos de los abogados de Trump de que era necesario programar el juicio para abril de 2026 debido a la enorme cantidad de evidencia que aseguran que están revisando y para preparar lo que argumentan se trata de un proceso inédito y sin precedentes. Pero la jueza accedió a posponer un poco el juicio respecto a la fecha de enero de 2024 que había propuesto el equipo del fiscal especial Jack Smith.
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“El público tiene derecho a una resolución pronta y eficiente de este tema”, destacó Chutkan.
De mantenerse la fecha actual, sería un duro revés a los intentos de Trump de aplazar el juicio hasta mucho después de las elecciones presidenciales de 2024, una contienda en la que actualmente aparece como favorito para obtener la nominación por el Partido Republicano.
La fecha de marzo de 2024 también garantizaría un juicio de enorme resonancia en la capital del país en plena contienda por la nominación presidencial republicana, y obligaría a Trump a malabarear sus apariciones en campaña y en los tribunales. De igual manera es un día antes del Supermartes, un importante día de votación en el que más de una docena de estados celebran primarias y en el que se disputa la mayor cantidad de delegados.
“Quiero señalar aquí que establecer una fecha para el juicio no depende ni debe depender de las obligaciones personales o profesionales del acusado”, argumentó Chutkan.
Hasta el momento Chutkan no sólo se ha mostrado tranquila ante los intentos de Trump de aplazar el proceso, sino también preocupada por los comentarios que ha hecho el exmandatario en las redes sociales. Este mes le advirtió a los abogados de Trump que existen límites sobre lo que puede decir públicamente en relación con la evidencia de la pesquisa. También reiteró el lunes su intención de que Trump “sea tratado sin más ni menos respeto del que recibiría cualquier otro acusado”.
El caso en Washington es uno de cuatro procesos penales que enfrenta Trump. Un juicio el 4 de marzo se llevaría a cabo apenas semanas antes de la fecha programada de su juicio en Nueva York en un caso que lo acusa en relación con el pago para comprar el silencio de una actriz porno que aseguró haber sostenido una relación extramarital con el expresidente.
La programación del juicio se produjo a pesar de las fuertes objeciones del abogado de Trump, John Lauro, quien subrayó que los abogados defensores habían recibido una enorme cantidad de expedientes del equipo de Smith — más de 12 millones de páginas, según los cálculos de un fiscal — y que el caso se refería a cuestiones legales novedosas que requerirán mucho tiempo para resolverse.
“Este es uno de los casos más singulares desde una perspectiva legal que se haya presentado en la historia de Estados Unidos”, sostuvo Lauro, quien aseguró que revisar esa “colosal” cantidad de evidencia era una “enorme y abrumadora tarea”.
La fiscal Molly Gaston respondió que el público tiene un enorme interés en que el caso sea llevado a juicio, y dijo que la defensa conoce bien las pruebas generales del caso desde hace mucho tiempo. Añadió que Trump está acusado de "tratar de anular una elección y privar de sus derechos a millones”.
“Existe sumo interés público en la consideración de un jurado a dichas acusaciones en una corte abierta”, puntualizó Gaston.
Trump fue acusado formalmente este mes de cuatro cargos por elaborar un plan para anular su derrota ante el demócrata Joe Biden en los comicios de 2020.
El equipo de Smith ha presentado otro caso federal en el que se le acusa de retener ilegalmente documentos clasificados en su propiedad de Palm Beach y de negarse a devolverlos. El juicio está programado para el 20 de mayo.
Trump también enfrenta procesos estatales en Nueva York y Georgia.
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La periodista de Associated Press Jill Colvin contribuyó a este despacho.