ABUYA, Nigeria (AP) — La junta militar de Níger autorizó el viernes que efectivos de sus vecinos Mali y Burkina Faso acudan a defenderla, y ordenó la salida del embajador francés, lo que aumenta las tensiones con otros países de África Occidental que amenazan con restituir por la fuerza al derrocado presidente nigerino.
El líder de la junta, el general de brigada Abdrahmane Tchiani, firmó dos decretos que autorizan a las “fuerzas de seguridad de Burkina Faso y Mali a intervenir en territorio de Níger en caso de agresión”, dijo el alto funcionario de la junta Oumarou Ibrahim Sidi el jueves por la noche, después de recibir a una delegación de ambos países en la capital nigerina, Niamey.
Sidi no proporcionó más detalles sobre el apoyo militar de los dos países cuyos regímenes militares han señalado que cualquier uso de la fuerza por parte de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) contra la junta de Níger será tratado como un acto de guerra contra sus propias naciones.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Níger dijo que dio 48 horas al embajador francés Sylvain Itte para que se marche del país, en una carta en la que lo acusaba de haber ignorado una invitación a reunirse con el ministerio.
La carta, una copia de la cual fue vista por The Associated Press, estaba fechada el viernes y también mencionaba “acciones del gobierno francés contrarias a los intereses de Níger”.
Francia ha dicho en forma sistemática que sólo reconoce la autoridad del presidente elegido de Níger, Mohamed Bazoum, a quien la junta mantiene detenido. París reiteró el viernes en la noche que “únicamente las autoridades nigerinas elegidas legítimamente” tienen voz sobre el futuro del embajador francés.
La invitación a los efectivos militares de Mali y Burkina para que intervengan y la expulsión del embajador francés muestran “una alineación bastante sólida” entre los regímenes de ambos países con el de Níger “en cuanto a una orientación antioccidental y proautoritaria”, opinó Nate Allen, profesor adjunto del Centro de Estudios Estratégicos para África.
Antes del derrocamiento de Bazoum el mes pasado, Níger, una antigua colonia francesa, era considerado el último socio importante de Occidente contra la violencia yihadista en la región del Sahel, al sur del desierto del Sahara, donde reina una fuerte animadversión contra Francia.
La embajada francesa en Niamey fue atacada en los primeros días después del golpe de Estado del 26 de julio. La cúpula golpista ha solicitado a la compañía militar rusa Grupo Wagner que le ayude a frenar los ataques de grupos extremistas.
Se desconoce el estado de la petición tras la muerte del fundador de Wagner, Yevgeny Prigozhin, en un desastre aéreo esta semana. La CEDEAO declaró el viernes que junto con la Unión Africana, “se opone al uso de contratistas militares privados”.
El acuerdo de la junta militar con Mali y Burkina Faso fue la última de varias acciones emprendidas por los soldados amotinados de Níger para desafiar las sanciones y consolidar una junta que han dicho que gobernará por hasta tres años, lo que ha agravado aún más la crisis tras el golpe de Estado del mes pasado en el país de más de 25 millones de habitantes.
El presidente de la comisión de la CEDEAO, Omar Alieu Touray, afirmó el viernes que la amenaza del bloque de utilizar la fuerza para restituir a Bazoum “aún está sobre la mesa”, y rechazó el plan de transición de tres años de la junta.
Once de los 15 países del bloque han expresado su compromiso de enviar efectivos para restaurar la democracia en Níger una vez que se tome la decisión de intervenir. Los otros cuatro son los gobernados por militares: Mali, Burkina Faso, Guinea y el propio Níger.
Mientras tanto, el bloque seguirá explorando opciones diplomáticas para revertir el golpe, declaró Touray a la prensa en Abuya, la capital de Nigeria.
En el esfuerzo diplomático más reciente, el presidente nigeriano Bola Tinubu, que preside el bloque regional, envió el jueves una delegación de líderes islámicos para hablar con la junta.
Touray afirmó que los jefes de Estado de África Occidental decidirán cuándo utilizar la fuerza en el momento que consideren que han fracasado todas las vías diplomáticas.
“La CEDEAO no puede simplemente cruzarse de brazos”, afirmó.
No se han dado a conocer detalles sobre lo que la CEDEAO describe como una fuerza “en espera". Autoridades regionales han dejado entrever que cualquier intervención militar sería similar a la fuerza desplegada en Gambia en 2017 para obligar la salida del poder de Yahya Jammeh como presidente después de que no aceptara su derrota electoral.
La junta militar ha aprovechado el resentimiento de la población de Níger hacia Francia. También ha acusado al gobierno de Bazoum de no hacer lo suficiente para proteger al país de los extremistas islámicos.
La CEDEAO se ha sumado a países occidentales para imponer sanciones contra Níger, como la interrupción del suministro de electricidad desde Nigeria y el cierre de las fronteras con los países vecinos.
Touray reconoció el viernes que las sanciones han causado una “grave crisis socioeconómica” en Níger, pero afirmó que eran "en pro del bienestar del pueblo de Níger”.
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El periodista de The Associated Press Baba Ahmed en Bamako, Mali, y Elaine Ganley en París, Francia, contribuyeron a este despacho.