CARACAS (AP) — La Asamblea Nacional de Venezuela nombró el jueves a una nueva directiva del Consejo Nacional Electoral en la que una vez más son mayoría los aliados del partido gobernante, incluyendo al actual Contralor General que en junio inhabilitó a la líder opositora con aspiraciones presidenciales María Corina Machado, cuando faltan dos meses para las primarias de la oposición y ante las elecciones de 2024.
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Se designaron a cinco nuevos rectores principales —y 10 suplentes— entre los que hay tres miembros afines al oficialismo y dos sin una afiliación política clara.
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Entre los tres primeros está el Contralor General, Elvis Hidrobo Amoroso, que presidirá el Consejo Nacional Electoral (CNE), junto a Rosalba Gil y Carlos Quintero, con vínculos estrechos con el partido de gobierno. Finalmente, los dos seleccionados sin afiliación política evidente son Acme Nogal y Juan Carlos Delpino.
Esta selección se interpreta como un gesto de presión de cara a las elecciones presidenciales del próximo año, en las que la oposición aspira a presentar un candidato unitario que salga de un proceso de primarias que se celebrará en octubre. No obstante, la oposición irá a esa convocatoria en la que no cuenta con el apoyo del CNE.
“Una Asamblea, que es parte de un sistema hegemónico, elige a un poder electoral... Pues no lo va a elegir a conveniencia del otro, lo va a elegir de manera tal de asegurarse que quienes estén en ese poder sean afines pues al poder central”, dijo a la AP Daniel Varnagy, doctor en Ciencia política y profesor titular de Universidad Simón Bolívar. “En líneas generales pareciera que este es un CNE que lo que hará es representar los intereses del sistema hegemónico y no otra cosa”.
Hidrobo Amoroso, exlegislador oficialista, ha inhabilitado desde su designación como Contralor General en octubre de 2018, además de a la aspirante opositora María Corina Machado, a otras figuras contrarias al gobierno de Maduro.
Entre ellas, a la exfiscal general Luisa Ortega Díaz, una disidente del oficialismo que huyó de Venezuela en 2017, a un exalcalde y más de dos decenas de exdiputados opositores y disidentes oficialistas por presunto ocultamiento de información de sus patrimonios que tienen prohibición de ocupar cargos públicos por 15 años, pese a que después de años las acusaciones no fueron ratificados por tribunal alguno.
Machado, entre otros aspirantes opositores inhabilitados como Henrique Capriles, se mantienen en la pugna de las primarias previstas para el 22 de octubre pese a la vigencia de la medida en su contra.
En Venezuela la inhabilitación política es una pena accesoria que se aplica cuando existe una sentencia penal firme y se determina que el condenado incurrió en abuso de poder o del cargo, entre otros casos previstos en la ley. Los críticos de los gobiernos socialistas, entre ellos Machado, denuncian que la inhabilitación por años ha sido usada como un arma política.
La cúpula del cinco miembros del CNE saliente estaba conformada desde 2021 por dos reconocidos opositores, como una concesión del gobierno de Maduro para mejorar las relaciones con Estados Unidos y la Unión Europea.
La presencia de los dos claros adversarios del oficialismo en el CNE, por primera vez desde 2005, mejoró la imagen del ente electoral y ambos aportaron una amplia experiencia política y conocimiento de la maquinaria electoral venezolana.
Si bien la directiva tenía mandato para ejercer por siete años, entró a renovación después de que a mediados de junio el presidente del CNE, Pedro Calzadilla, y otros miembros oficialistas del directorio pusieran sus cargos a la orden de la Asamblea. Esa medida forzó la renuncia de todos miembros del directorio, incluidos los dos opositores, que inicialmente guardaron silencio.
El nuevo nombramiento y posterior juramentación se produce luego de varias semanas de evaluación de credenciales. Se habían postulado 104 perfiles, entre quienes abundaban militares, diputados oficialistas y otros cercanos colaboradores del presidente Nicolás Maduro.
El presidente de la Asamblea, Jorge Rodríguez, afirmó en declaraciones a la prensa que “nunca se había dado un consenso como el que se dio aquí” para elegir al nuevo CNE, destacando que los rectores principales cuentan con el aval de la inmensa mayoría de los partidos políticos y de la sociedad venezolana.
Junto al Contralor General, está Rosalba Gil, quien en 2015 se desempeñó como cónsul de Venezuela en la ciudad estadounidense de Boston bajo el mandato de Maduro. Venía de fungir como secretaria de la junta directiva de la Asamblea Nacional, un cargo de confianza en el Legislativo, de abrumadora mayoría oficialista.
Carlos Quintero, por su parte, se desempeñó como primer rector suplente del ahora exrector principal del CNE, Alexis Corredor. Fue sancionado en el 2017 por el Departamento del Tesoro estadounidense, acusado de participar en maniobras ilegales en los comicios de gobernadores de entonces que habrían beneficiado al partido de Maduro, entre las que se incluyó el traslado de los centros de votación en los días previos a la votación.
Acme Nogal, una exdirigente del partido opositor Un Nuevo Tiempo, se convirtió después en una de las voces más críticas de los líderes de los partidos opositores, incluido Juan Guaidó, el diputado que se proclamó presidente interino en 2019 cuando era líder de la Asamblea Nacional unicameral venezolana. La abogada es una activa promotora del diálogo y de la reconciliación entre los venezolanos.
Juan Carlos Delpino, en tanto, es un funcionario con más 10 años de carrera en el organismo electoral, destacando en su momento en la Comisión de Registro Civil y Electoral. Fungió como director general de Participación política del CNE.
