BEIJING (AP) — Corea del Norte pareció abrir un poco sus fronteras de manera significativa el viernes por primera vez desde que las cerró durante la pandemia de COVID-19, al enviar una nutrida delegación de funcionarios y atletas de taekwondo vía Beijing a una competencia internacional.
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Los aproximadamente 80 hombres y mujeres con trajes deportivos con la bandera norcoreana al frente estaban en la sala de partidas del aeropuerto internacional de Beijing. Se reportó que llegaron el miércoles o jueves.
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El grupo al parecer iba a tomar un vuelo de Air Astana hacia Kazajistán para competir en el Campeonato de la Federación Mundial de Taekwon-do, según medios japoneses y surcoreanos. El torneo se celebra en Astana hasta el 30 de agosto.
Corea del Norte, incluso en tiempos normales, tiene escasos vínculos aéreos con el resto del mundo, pero desde la pandemia cerró sus fronteras casi totalmente. Se desconoce cómo afectó el COVID-19 a los 26 millones de norcoreanos, muchos de los cuales no tienen acceso a vacunas, atención médica básica ni acceso a la información del resto del mundo.
En septiembre de 2022, Corea del Norte reanudó el servicio de trenes hacia China, su principal socio comercial y surtidor económico.
El jueves, la agencia de espionaje surcoreana dijo a legisladores que Corea del Norte se apresta a abrir sus fronteras gradualmente como parte de los esfuerzos para reanimar su anémica economía.
El Servicio Nacional de Inteligencia surcoreano dijo a legisladores en una sesión a puerta cerrada que la economía norcoreana se contrajo cada año en el período 2020-2022 y que su producto interno bruto el año pasado fue 12% menor de lo que fue en 2016, según Yoo Sang-bum, uno de los legisladores que asistió a la sesión.
La aparente reanudación de los viajes ocurre en momentos en que el jefe de derechos humanos de la ONU, Volker Türk, le dijo al Consejo de Seguridad de la ONU que Corea del Norte está aumentando su represión y que la población se está volviendo más desesperada.
Türk añadió que las restricciones norcoreanas están intensificándose, incluyendo órdenes a los guardias a disparar contra toda persona que se acerque a la frontera sin autorización y la prohibición de entrar al país a casi todos los extranjeros, inclusive personal de la ONU.
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El corresponsal Hyung-jin Kim en Seúl contribuyó con esta nota.
