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La oposición cierra filas para darle batalla a Milei en las elecciones de Argentina

La candidata presidencial Patricia Bullrich, al centro, el excandidato Horacio Rodríguez Larreta, a la derecha, y el expresidente argentino Mauricio Macri, a la izquierda, celebran en la sede de la campaña de la coalición Juntos por el Cambio tras las AP (Daniel Jayo/AP)

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BUENOS AIRES (AP) — La coalición conservadora Juntos por el Cambio, la principal fuerza de la oposición en Argentina, cerró filas tras las encarnizadas disputas previas a las primarias que consagraron a la exministra de Seguridad Patricia Bullrich como su candidata presidencial en busca de recuperar los votos que le arrebató a ese espacio el ultraderechista Javier Milei.

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“Los argentinos decidieron el rumbo y la fuerza que debemos tener en Juntos por el Cambio. Ahora vamos a trabajar juntos por el cambio profundo que necesitamos en esta Argentina”, expresó Bullrich en un mensaje publicado el miércoles en la red social X, antes llamada Twitter, acompañada por una fotografía junto al alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta.

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Bullrich, de 67 años, venció Larreta en las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias del último domingo y se erigió como la postulante a la presidencia de Juntos por el Cambio para las elecciones del 22 de octubre. Aunque las encuestas vaticinaban que esa fuerza -que gobernó el país entre 2015 y 2019- sería la más votada en PASO, el economista de ultraderecha Milei sacudió el tablero político al quedar primero con 30% de los votos.

Tercero resultó el ministro de Economía, Sergio Massa, algo inédito en la historia del peronismo.

Milei, líder de La Libertad Avanza y que alcanzó su primer cargo político como diputado en 2021, atrajo a un gran porcentaje de argentinos desencantados con la clase política tradicional por su incapacidad para controlar la inflación y la inseguridad.

Los análisis posteriores al domingo revelaron que también pesó en el resultado a favor de Milei la fuerte interna que protagonizaron Bullrich y Larreta.

“A los ojos de los ciudadanos de a pie, al que lo agobia la inflación (del 113% interanual en julio), que el sueldo no le alcanza... preocupado por la inseguridad, preocupado porque cuando va al supermercado no sabe cuánto va a pagar, en el medio de eso ven la pelea como una frivolidad”, advirtió Orlando D’Adamo, director del Centro de Opinión Pública de la Universidad de Belgrano.

Agregó que “a la gente no le gusta ver eso y les pasa factura. El gran beneficiario de eso es Milei”.

En busca de evitar una mayor fuga de votos y mantener a Juntos por el Cambio en carrera por la presidencia, Bullrich y Larreta se mostraron cercanos, acompañados por sus respectivos compañeros de fórmula y al menos para afuera dieron a entender que están en el mismo barco.

“Con Patricia estamos más juntos que nunca y vamos a trabajar codo a codo para llevar el cambio profundo a toda la Argentina”, expresó Larreta también en redes sociales.

¿Pero estas manifestaciones de buena voluntad serán suficientes?

“El regreso de Juntos por el Cambio al gobierno ahora está en duda”, señaló Mariano Machado, analista principal para las Américas de la consultora de inteligencia de riesgo Verisk Maplecroft con sede en Londres.

Bullrich, con un discurso a favor de la mano dura contra los delincuentes y de implementar reformas profundas, que en muchos puntos coincide con Milei, ahora se ve en la disyuntiva de atraer a los votantes más moderados de Larreta pero al mismo tiempo evitar una fuga de su base de apoyo hacia el candidato de ultraderecha.

Machado advirtió otro aspecto que Bullrich no debe subestimar: el peronismo.

“Quedó tercero en una elección presidencial por primera vez en la historia. Sin embargo, el resultado coloca a la coalición gobernante apenas 250.000 votos detrás de Juntos por el Cambio, lo que hace que un segundo lugar en octubre sea una tarea alcanzable para la maquinaria partidaria más extensa del país”.

Para que un candidato gane en primera vuelta debe obtener el 45% de los votos o al menos el 40% y una tener una diferencia de 10 o más puntos porcentuales sobre el segundo más votado. De no alcanzar esas cifras, los dos aspirantes más votados irán a un balotaje el 19 de noviembre.

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