QUITO (AP) — Luego de tres años como vicepresidente de Ecuador, el economista y radiodifusor guayaquileño Otto Sonnenholzner quiere ser el próximo presidente ecuatoriano, con una trayectoria empresarial a cuestas, sin una filiación política partidista y bajo la consigna de enfrentar la crisis de inseguridad.
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El joven empresario, de 40 años, incursiona por primera vez en una contienda electoral, pero no en la función pública. En 2018 se convirtió en el tercer vicepresidente de Lenin Moreno (2017-2021), al ser designado por el Legislativo de una terna enviada por el ejecutivo ante la vacancia del cargo por renuncia y destitución de los dos anteriores, ambos presionados por investigaciones en su contra.
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Renunció en 2020 sin culminar el período.
Vamos a retomar la seguridad del país “con sentido de urgencia, respaldando a la fuerza pública y permitiendo que cuando un delincuente alce una arma ... (los policías) le van a dar el tiro que se merece”, destacó. Está dispuesto a limitar el ingreso a Ecuador de extranjeros con antecedentes penales y reivindica una mejora del sistema de justicia.
Su paso por el gobierno de Lenín Moreno tomó relevancia cuando encabezó la gestión de la crisis sanitaria por Covid-19, especialmente en Guayaquil, la ciudad más afectada por la pandemia en la que se produjeron escenas con fallecidos que se acumulaban en las calles ante unos servicios funerarios desbordados.
Con un presidente cuyas posibilidades de movilización en el territorio nacional estaban limitadas por una discapacidad física que lo obligaba a desplazarse en silla de ruedas, Sonnenholzner tuvo que hacerse cargo de la emergencia y visitar hospitales, así como gestionar la recogida e identificación de cuerpos, cuando las casas de salud, cementerios, funerarias y morgues no daban abasto.
Ahora, Sonnenholzner terciará en las elecciones anticipadas del 20 de agosto, respaldado por una alianza entre el movimiento Actuemos y los partidos Avanza y Suma, estos últimos de tendencia centro izquierda y conservadora-liberal, respectivamente. No está afiliado a ningún partido político y esa es una de sus cartas de presentación.
Se perfila como uno de los opcionados a conseguir los votos de una corriente opositora al correísmo, ante el empuje de los simpatizantes y aún leales al ex presidente Rafael Correa (2007-2017) —quien no puede participar en elecciones por una condena pero va con una candidata afín en Revolución Ciudadana—, y a llegar a una eventual segunda vuelta electoral.
Sonnenholzner admite que el país atraviesa una crisis, sobre todo en el tema de seguridad y dice no tener miedo de enfrentarla. En su plan de gobierno propone el control de las cárceles, la separación de presos por su nivel de peligrosidad, la inversión en tecnología y más armamento para la fuerza pública. Todas éstas como acciones para que la paz retorne a las calles, dijo en una entrevista con The Associated Press.
Además, el candidato contempla la reactivación de la economía a través de la recuperación de la infraestructura pública, ya que admite que el tiempo de gestión de un año y medio resultará corto para nuevas obras. Considera que estas medidas permitirán reactivar el empleo, que es otra de las preocupaciones de los ecuatorianos.
“Estamos aquí para liderar, el liderazgo es lo que mueve las bases del Estado”. Añade que su propuesta parte de la experiencia y la preparación, porque “no hay tiempo para improvisar".
Graduado en Economía en Alemania y con recién titulado como Máster en Administración Pública por la Universidad de Harvard, Sonnenholzner, de ascendencia alemana, cree en la sostenibilidad como el “equilibrio entre lo social, ambiental y económico”. Ha dicho ser partidario del involucramiento de las comunidades en el desarrollo y progreso de la nación.
El exvicepresidente también es un reconocido radiodifusor. Gerenció un medio de comunicación radial de Guayaquil y presidió en 2010 la Asociación de Radiodifusores del Ecuador.
En conjunto con sus cuatro hermanos manejan un grupo de empresas vinculadas con el turismo, agricultura, comunicación, comercio y construcción.
Inicialmente, el exvicepresidente se perfilaba como candidato para el 2025, pero en un giro inesperado decidió terciar en los comicios anticipados, luego de la disolución del Legislativo por parte del presidente Guillermo Lasso, quien adelantó también el fin de su mandato.
Sonneholzner está acompañado en la papeleta electoral de la ambientalista y licenciada en estudios internacionales, Erika Paredes, con quien estudió su maestría.
Casado y con tres hijos, agradece el respaldo de su familia, aunque admite que su participación en la contienda electoral representa para ellos “una dificultad y un esfuerzo”.