Scott Dixon mantuvo la serenidad luego de derrapar a consecuencia de un roce en la primera vuelta del Gran Premio de Indianápolis, y aprovechó la última parada de Graham Rahal en pits para tomar la ventaja y llevarse la victoria.
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El neozelandés resistió el embate del piloto que había largado primero. Como premio, obtuvo su primera victoria de la temporada, por un margen de apenas 0,4779 segundos.
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La 54ta victoria de Dixon constituye la segunda mayor cifra en la historia de la serie, y fue parte de otro día de hitos. Ha ganado al menos una carrera en 19 campañas consecutivas dentro de la IndyCar, para extender su propio récord.
La proeza llegó en un día en que rompió además la marca previa del brasileño Tony Kanaan, al llegar a 319 largadas consecutivas en la serie.
“Fue un día loco para mí. Pienso que tuve un comienzo fantástico. Gané como cinco lugares y luego fui a la séptima curva y hubo algo de contacto ahí por detrás y simplemente di un giro”, dijo Dixon, quien ha subido al podio en 200 ocasiones.
Hubo así otro capítulo notable en la carrera increíble de Dixon.
Sólo A.J. Foyt ha ganado más carreras (67) o más coronas en series (7) que Dixon, quien lo ha hecho todo con el equipo Chip Ganassi Racing durante 22 temporadas —la mayor permanencia de un piloto en la historia de la escudería. Y aunque las visitas al carril de la victoria rara vez llegan fácilmente para el seis veces monarca de la IndyCar, Dixon parece encontrar modos creativos de seguir en la pelea.
El mexicano Pato O’Ward, el compañero de Rahal Christian Lundgaard y el ganador de las 500 Millas de Indianápolis en 2016 Alexander Rossi completaron la lista de los cinco primeros.
O'Ward y Rossi corren por Arrow McLaren.
Aunque O'Ward logró su sexto podio de la temporada, no ha conseguido una sola victoria. Y ello evidentemente está agotando su paciencia.
“No hay nada que yo quisiera más que ganar” dijo. “Obviamente hay pequeñas cosas aquí y ahí que nos han impedido aprovechar las oportunidades”.
