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La violencia crece en la región etíope de Amhara tras un intento de desarme, según testigos

NAIROBI, Kenia (AP) — La violencia está creciendo en la región etíope de Amhara, donde las fuerzas de seguridad federales combaten con una milicia étnica local, lo que llevó al viceprimer ministro a describir la situación como “cada vez más grave” en un comunicado del gobierno inusualmente franco.

La segunda región más poblada de Etiopía está hundida en la inestabilidad desde abril, cuando las autoridades federales desarmaron a la fuerza regional amhara dentro de los esfuerzos de recuperación tras dos años de conflicto devastador en la región vecina de Tigray. Las autoridades también intentaron desmantelar el año pasado la milicia amhara conocida como fano.

Aunque las dos fuerzas han combatido junto a las federales en el conflicto en Tigray, ahora el gobierno federal quiere centralizar la seguridad. Sin embargo, muchos amhara están muy apegados a sus combatientes regionales y acusan al gobierno federal de tratar de socavar su región, algo que las autoridades niegan.

El vice primer ministro, Demeke Mekonnen, pidió diálogo el miércoles para buscar una resolución pacífica del conflicto y describió algunas de las preocupaciones de la población amhara como “comprensibles”.

El comunicado se publicó al día siguiente de que combatientes fano chocaran con la policía federal en el aeropuerto de Lalibela, un importante punto de suministro, según dos testigos y varios vecinos. Los vuelos al popular destino turístico se han suspendido, según datos de seguimiento de vuelos.

Gran Bretaña emitió un aviso a viajeros el martes que indicaba que el aeropuerto de Lalibela estaba “tomado por milicias fano” y mencionó la inseguridad en la autopista A2 que conecta la zona oriental de Amhara con Adis Abeba, la capital de Etiopía.

En otros puntos de la región, los vecinos dijeron que manifestantes habían cortado carreteras y milicianos fano emboscaban a unidades militares, mientras que los funcionarios del gobierno habían huido de varias localidades.

Un testigo habló de “intensos combates” el jueves en Gondar, otra popular localidad turística. Todos hablaron bajo condición de anonimato por motivos de seguridad.

El miércoles se oyeron disparos en Debre Tabor, según un testigo, que dijo que el ejército había empleado munición real para dispersar a jóvenes que arrojaban piedras el martes.

“Nadie se fía del gobierno en esta zona”, dijo Tedros Abyou, residente en Wereta, un lugar donde se cruzan caminos regionales y donde los manifestantes habían cortado la carretera.

Un análisis de una agencia de ayuda al que tuvo acceso The Associated Press también informaba de combates en zonas rurales de Gojjam Occidental y Wollo del Norte, que habían causado un número desconocido de bajas.

Los enfrentamientos son un nuevo golpe a la recuperación de Etiopía del conflicto en Tigray, que también se extendió a la región de Amhara y causó daños en infraestructura por valor de miles de millones de dólares. En noviembre se firmó un acuerdo de paz.

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