MADRID, 30 (EUROPA PRESS)
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El campamento, que se encuentra a las afueras de la ciudad de Sidón, en el sur del país, es tristemente conocido por los ocasiones enfrentamientos entre facciones palestinas que operan en el lugar, donde viven 54.000 refugiados palestinos.
La agencia oficial de noticias de Líbano, NNA, ha identificado al comandante fallecido como Abu Ashraf al Armoushi, vinculado al movimiento palestino Al Fatá, el partido del Gobierno palestino. Los enfrentamientos, añaden por su parte fuentes del portal libanés Naharnet, parecen haber ocurrido ente integrantes de esta formación y miembros de grupos islamistas, sin dar nombres.
Otros tres fallecidos eran escoltas de este comandante, según estas mismas fuentes, que han muerto en una emboscada donde sus atacantes han empleado cohetes autopropulsados y fuego de francotirador.
Esta violencia se ha cebado con dos escuelas con capacidad para 2.000 estudiantes de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, la UNRWA, cuya directora en el país, Dorothee Klaus, ha anunciado la suspensión temporal de las actividades en el campamento.
La UNWRA "pide a todos los partidos militantes que garanticen la seguridad de los civiles y respeten la inviolabilidad de las instalaciones de la ONU", ha añadido Klaus en su cuenta de la red social X, antes Twitter.
Klaus ha informado además de que al menos 200 familias han huido del campamento de refugiados de Ain al Hilweh y otras están intentando salir del mismo y refugiarse en Saida. "La UNRWA está coordinándose para responder", ha destacado la responsable de la organización de la ONU.
"La UNRWA abre escuelas con el apoyo de voluntariado para población desesperada que no tiene adonde ir y huye de Ain al Hilweh. El desplazamiento debido a la violencia es una experiencia que se repite para los refugiados palestinos en Líbano a través de las sucesivas generaciones", se ha lamentado.
Ain al Hilweh es prácticamente una ciudad sin ley donde el Ejército libanés se abstiene de intervenir y prefiere dejar las cuestiones de seguridad en manos de las milicias palestinas.
Los ocasionales enfrentamientos entre facciones enfurecen todavía más a una población libanesa que está marginando cada vez más a los casi 500.000 palestinos refugiados en el país, escenario de una gravísima crisis económica.
En una reacción a la violencia, el primer ministro en funciones de Líbano, Nayib Mikati, ha repudiado principalmente estos combates como un intento de "emplear el territorio libanés para zanjar disputas externas a expensas del país y de su gente" en un momento en que el Gobierno está haciendo enormes "esfuerzos para mejorar las condiciones de vida de los palestinos".
"Estos enfrentamientos son inaceptables por varias razones", ha añadido Mikati, "la primera de las cuales es que convierten el campo en un hervidero fuera del control del Estado, algo absolutamente inaceptable".
Por ello, Mikati ha pedido a los líderes palestinos que tomen "medidas estrictas para respetar la soberanía libanesa, las leyes relacionadas y los principios de hospitalidad" para impedir unos enfrentamientos que, en el fondo, añade el primer ministro "constituyen un golpe al corazón de la causa palestina".