MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
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En general Yasir al Ata, subcomandante en jefe de las Fuerzas Armadas sudanesas, ha desafiado a Ruto a enviar a sus tropas y a las del "Estado que le apoya", sin especificar a cuál se refiere, al tiempo que le ha tildado de "mercenario", según ha informado el portal sudanés de noticias Sudan Tribune.
Las autoridades sudanesas han rechazado en varias ocasiones una posible mediación del presidente keniano en el conflicto con las RSF y han acusado a Ruto de mantener lazos con la formación paramilitar, declarada como un grupo rebelde después del estallido de los combates durante la jornada del 15 de abril.
Por otra parte, Al Ata ha incidido en que el objetivo del Ejército es mantener el país unido y "libre de la amenaza de los 'yanyauid'" --una amalgama de milicias árabes integradas principalmente por tribus de la región de Darfur y de Chad, al otro lado de la frontera-- durante la guerra en Darfur.
"Nosotros, como soldados, no aspiramos a gobernar. Son las fuerzas políticas las que tienen que alcanzar un acuerdo para gobernar el país, pero les comunicamos que Sudán no es un juego para cualquier político sin escrúpulos, especulador o mercenario", ha zanjado.
Las actuales hostilidades entre el Ejército y las RSF estallaron en el marco de un aumento de las tensiones en torno a la integración del grupo paramilitar en el seno de las Fuerzas Armadas, parte clave de un acuerdo firmado en diciembre para formar un nuevo gobierno civil y reactivar la transición abierta tras el derrocamiento en 2019 de Omar Hasán al Bashir, dañada por el golpe de Estado en octubre de 2021 contra el primer ministro de unidad, Abdalá Hamdok.
La guerra ha dejado hasta el momento más de 1.100 muertos, según el Ministerio de Salud sudanés, pero las cifras reales podrían ser mucho más elevadas teniendo en cuenta la violencia intercomunitaria desencadenada en las regiones de Kordofán y Darfur.
Además, más de tres millones de personas han sido desplazadas, incluidas casi 740.000 que han huido a países vecinos, según datos facilitados por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), entre informaciones de atrocidades diarias y abusos sexuales a gran escala contra las mujeres y niñas del país.