LA PAZ, Bolivia (AP) — El acuerdo de cooperación en seguridad y defensa que firmaron Irán y Bolivia la semana pasada ha desatado críticas y preocupaciones entre los opositores bolivianos, quienes enviaron el lunes enviaron una petición al gobierno para que informe sobre los alcances del convenio. Desde Argentina, la comunidad también trasladó su rechazo al pacto de sus vecinos con las autoridades persas.
PUBLICIDAD
La petición para que se transparenten los puntos del acuerdo ha sido firmada por legisladores opositores, ya que la Asamblea Legislativa se encuentra en receso. La presidenta de la Comisión de Defensa del Senado, la oficialista Lindaura Rasguido, dijo por teléfono que no estaba al tanto del acuerdo y se excusó de opinar.
PUBLICIDAD
“El ministro de Defensa debe explicar el acuerdo y por qué se ha firmado con un país complicado en el escenario internacional cuando Bolivia es pacifista según su constitución”, dijo a The Associated Press el diputado opositor Gustavo Aliaga, secretario del Comité de Defensa y Fuerzas Armadas de la Cámara de Diputados.
El llamado “memorándum de entendimiento para ampliar la cooperación bilateral en el campo de seguridad y de defensa” fue firmado el jueves pasado en Teherán, la capital iraní, entre el ministro Mohammad Reza Ashtiani y su colega boliviano Edmundo Novillo, titular de la cartera de Defensa.
No obstante, no se conoce el contenido del acuerdo. Novillo regresó al país el fin de semana y no tenía previsto el lunes convocar a conferencia de prensa para explicar el acuerdo, según aclararon en su despacho.
“Todo lo que conozco es lo que publica la prensa. Dice que (Irán) nos regalará drones. Otros dicen que nos van a dar misiles. Todo esto suena extraño, mucho más si es con Irán”, dijo Aliaga. “No me explico por qué Bolivia se mete en una relación compleja y difícil”, acotó.
Sin embargo, el senador oficialista Leonardo Loza saludó el convenio. “El país tiene el derecho de firmar estos acuerdos. Estados Unidos es el país más peligroso y Bolivia tiene derecho a firmar acuerdos con otras naciones”, dijo Loza, quien es secretario de la Comisión de Seguridad del Senado. El legislador responde a la línea del expresidente Evo Morales, un estrecho aliado del gobierno iraní.
El acuerdo se da en momentos en que Irán está apoyando la guerra en Rusia, mientras el gobierno boliviano de Luis Arce se ha negado a condenar la invasión rusa a Ucrania en la Asamblea de la ONU. En ese contexto, las críticas al nuevo acuerdo llegaron también del otro lado de la frontera.
En la vecina Argentina, la DAIA, entidad representativa de la comunidad judía en ese país, instó en un comunicado a su gobierno a condenar el acuerdo alcanzado por Bolivia y alertar "sobre los riesgos para la seguridad de la Argentina y de la región” por tratarse de Irán. Matizó que es un “país vinculado a la agrupación terrorista Hezbollá, responsable del atentado perpetrado contra la sede de la AMIA que causó 85 muertos y más 300 heridos”, en julio de 1994.
El exsenador argentino Federico Pinedo también sumó críticas. “Deploramos que un país hermano como Bolivia haya realizado un acuerdo de seguridad y defensa con Irán, país en conflicto con la Argentina por terrorismo”, publicó en su cuenta de Twitter.
Para el analista en seguridad y profesor universitario Jorge Santiestevan, “con ese acuerdo el país pierde porque Irán no va a regalar nada”. A su juicio, “Bolivia no tiene qué ofrecer excepto recursos naturales: litio, oro. No es un acuerdo para la lucha antidrogas ni para proteger las fronteras es para espiar y controlar a la oposición en Santa Cruz (reducto opositor) que es el talón de Aquiles del gobierno de Luis Arce”, aseguró Santiestevan, quien es militar jubilado.
“Los países vecinos van a reclamar porque pone en riesgo la seguridad de la región”, agregó.
Según el Instituto de Estudios para la Guerra (ISW, por sus siglas en inglés), con sede en Washington, Irán podría buscar vender drones a Bolivia. Cita declaraciones en las que Ashtiani señala que “Irán puede proporcionar a Bolivia tecnología avanzada” y ayudar al país andino “en el control de sus fronteras” así como “enfrentar el contrabando de drogas”.
La relación entre Bolivia e Irán fue estrecha en la etapa de gobierno de Evo Morales (2006-2019) con el entonces presidente iraní Mahmud Ahmadineyad quien visitó tres veces Bolivia. Esa sintonía entre países también provocó un conflicto diplomático con Argentina. Por reclamo de ese país, Bolivia tuvo que expulsar en junio de 2011 al entonces ministro de la Defensa iraní Ahmad Vahidi, considerado el cerebro del atentado en Buenos Aires contra la AMIA, quien había llegado invitado por Morales.
En octubre del año pasado, ya con Arce en el gobierno, Bolivia debió replegar a su embajadora en Irán, Romina Pérez, después de unas polémicas declaraciones de la diplomática en las que supuestamente condenó las masivas protestas que tenían lugar en Irán por la muerte de la joven Mahsa Amini a manos de la policía de la moral iraní.
———————
Los periodistas Daniel Politti, desde Argentina, y Paola Flores, en La Paz, Bolivia, contribuyeron a este despacho.