MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
El alto representante de Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea, Josep Borrell, ha acusado a Rusia de bombardear esta pasada noche la gran catedral ortodoxa de Odesa en lo que ha condenado como un "nuevo crimen de guerra"
"El terror constante de los misiles rusos sobre Odesa, bajo la protección de la UNESCO, constituye otro nuevo crimen de guerra del Kremlin, que además ha demolido la principal catedral ortodoxa, un lugar que es patrimonio mundial", ha lamentado en su cuenta de Twitter.
Los ataques de la pasada noche han causado graves daños en la catedral de Spaso-Preobrazhenskyi, también conocida como la catedral de la Transfiguración, consagrada en 1809. El impacto de al menos un misil ha derrumbado el techo de una de las naves laterales y causado enormes daños en el atrio interior. Prácticamente toda la cubierta ha sufrido daños, aunque sus cúpulas se mantienen de momento casi intactas.
La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) ya condenó el sábado últimos ataques rusos contra el centro histórico de la ciudad ucraniana, donde se encuentran varios museos con el estatus de patrimonio mundial.
Una evaluación preliminar de la UNESCO reveló, hasta el ataque d esta pasada noche, daños en el Museo Arqueológico, el Museo Marítimo y el Museo de Literatura, tres edificios con el distintivo azul de la Convención de La Haya de 1954 para la Protección de los Bienes Culturales en caso de Conflicto Armado.
Los ataques contra Odesa han ocurrido además tras la destrucción de otro sitio patrimonio mundial, el Centro Cultural de Arte Popular y Educación Artística en la ciudad de Nikolaev, a cien kilómetros de distancia.
Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso ha negado toda responsabilidad y achacado la destrucción de la catedral a un misil ucraniano, parte del sistema de defensa aérea que están utilizando, según palabras de la cartera en un comunicado, las "analfabetas" fuerzas ucranianas.