MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
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El Palacio de los Deportes de la capital se frotó los ojos al ver al equipo de Bernat Canut aguantar hasta el último minuto ante el gigante americano, en cualquier nivel del baloncesto. España, que buscaba su primer oro en su tercera final, tras perder las de 2009 y 2011 antes las norteamericanas, pareció acusar el desgaste de un partido al 100% para frenar el poderío yanqui.
Fue un 54-59 que duró varios minutos del último cuarto, sin el remate de USA ni la rendición de una España épica en defensa. La anfitriona se guardó un último arreón para un 66-66 a menos de un minuto del final, pero se esfumó el oro encontrando tarde a Iyana Martín para un triple que hubiera cambiado la historia.
Con el Palacio entregado a un equipo de jóvenes estrellas, la selección española se fue al descanso con un 34-34, dejando claro a Estados Unidos que su décimo título iba a estar caro. Iyana, Elena Buenavida y mucha defensa provocaron el gesto torcido que duró en el rostro americano todo el partido, pese a que Chloe Kitts, Kira Rice y Madison Booker cumplieron con su trabajo.
La igualdad siguió en la reanudación, pero el partido perfecto que exigía el guion para España se empezó a empinar. Al último cuarto, las vigentes campeonas llegaron con la sartén por el mango, con buenos minutos de Hannah Hidalgo y los uno contra uno de Cotie McMahon (16 puntos). Las de Canut se dejaron alguna pérdida pero lo contrarrestaron con una defensa numantina.
Un triple de Hidalgo lo respondió de inmediato Buenavida y España recuperó su energía en el momento álgido. Ambas selecciones defendieron con todo, y Iyana y Buenavida obligaron al tiempo muerto yanqui con 61-62 a menos de cuatro minutos.
Awa Fam cazó rebotes que dieron vida a la anfitriona, pero Estados Unidos también apretó de lo lindo atrás forzando pérdidas sangrantes para España. McMahon pareció poner la puntilla y Rice desde el tiro libre, pero quedó una última carrera y seis segundos, con una opción de triple que hubiese resonado en todo Madrid. Una plata española que, con el tiempo, tiene que saber a oro.
