BOGOTÁ (AP) — El comandante de las Fuerzas Militares de Colombia, Helder Giraldo, atribuyó al sábado a un remanente de la guerrilla de las FARC el ataque con una camioneta bomba que dejó seis militares heridos y una persona muerta en el departamento de Arauca.
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El vehículo estalló la tarde del viernes en las inmediaciones de la base militar Naranjitos, en la ciudad de Tame —cerca de la frontera con Venezuela— donde autoridades castrenses efectuaron el sábado un Consejo de Seguridad para analizar la situación local por orden del presidente Gustavo Petro.
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Al concluir el encuentro, el mayor general Giraldo informó que la persona fallecida fue el conductor de la camioneta cargada con explosivos y que el hecho continúa en investigación.
Estructuras residuales de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) efectuaron el atentado ante su incapacidad para enfrentar a la fuerza pública, que han desplegado unidades especiales militares para combatirlas, según Giraldo.
La problemática social que afecta a esa zona del país se agudiza, según Giraldo, debido a la confrontación entre la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y un grupo residual de la estructura décima y 28 de las FARC, que se disputan el control del territorio y el tráfico de narcóticos en la zona.
Ante ello, las acciones adoptadas junto a las autoridades locales estarán orientadas al fortalecimiento de las tareas de inteligencia para capturar a los integrantes de los grupos armados, afectar sus redes logísticas y reforzar la presencia del Estado en las zonas de más conflicto y sus sectores estratégicos, agregó.
En un comunicado difundido el sábado, el ELN se deslindó del ataque y reiteró su compromiso con el acuerdo de cese al fuego que entrará en vigor el 3 de agosto como parte de los diálogos de paz que sostiene con el gobierno desde hace un año.
A inicios de julio, el gobierno de Petro y el llamado Estado Mayor Central de las FARC, que congrega a decenas de grupos disidentes, anunciaron la suscripción de un acuerdo para discutir la instalación de una eventual mesa de diálogo para la paz.
El mandatario califico el viernes el ataque de “repudiable” y afirmó en un tuit que “no toleraremos más hechos que produzcan zozobra a la población”.
