MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
En un comunicado de la Casa Blanca, Biden ha asegurado que la situación actual de Malí representa "una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos".
Entre los elementos que generan este malestar, el presidente estadounidense ha hecho referencia a las repetidas violaciones de los acuerdos de alto al fuego realizados conforme al Acuerdo de Paz y Reconciliación de 2015; la expansión de la actividad terrorista hacia el sur y el centro de Malí; la intensificación del narcotráfico y la trata de personas o los abusos de Derechos Humanos y la toma de rehenes.
Tampoco ha pasado por alto que ha habido "otro golpe de Estado en el país, la presencia de mercenarios extranjeros que amenazan la paz, la seguridad y la estabilidad o la intensificación de los ataques contra civiles, las fuerzas de seguridad y defensa de Malí, la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de la ONU (MINUSMA)y los cuerpos de seguridad internacional.
"Por esta razón, la emergencia nacional declarada en la Orden Ejecutiva 13882, el 26 de julio de 2019, debe continuar en vigor más allá del 26 de julio de 2023. Por lo tanto, de conformidad con la Ley de Emergencias Nacionales, prorrogaré por un año la emergencia nacional declarada en la Orden Ejecutiva 13882 con respecto a la situación en Malí", ha sentenciado Biden en la mencionada nota.
Para formalizar esta decisión, ha explicado el presidente, el aviso se publicará primero en el Registro Federal y se transmitirá después al Congreso.
La Ley de Emergencias Nacionales establece en su sección 202 (d) la terminación automática de una emergencia nacional a no ser que --dentro de los 90 días previos a la fecha del aniversario de su declaración-- el presidente publique en el Registro Federal y transmita al Congreso un aviso indicando que la emergencia continuará más allá de la fecha de su aniversario.