El gobierno del presidente Joe Biden ha abandonado silenciosamente un indicador clave usado durante décadas para medir el éxito en el combate contra las drogas, al suspender el monitoreo satelital de los cultivos de coca en Colombia en medio de un aumento en la producción de cocaína en Sudamérica.
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Un portavoz del Departamento de Estado indicó que la medida era “temporal”, pero no ofreció un plazo para la reanudación de la recopilación de datos ni explicó por qué se suspendió. Tampoco se sabe si los estudios satelitales continuarán en Perú y Bolivia, que en conjunto representan alrededor de la mitad de la producción de coca en la región andina.
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La medida, reportada por primera vez por el periódico El Tiempo de Colombia, ha provocado la indignación de los republicanos en el Congreso de Florida, que han estado amenazando con descertificar al gobierno de Colombia por no cooperar con la lucha antinarcóticos de Estados Unidos. Pero coincide con la campaña del presidente colombiano de izquierda, Gustavo Petro, para reenfocar los esfuerzos de aplicación de la ley fuera de los remansos rurales donde se cultiva la coca para perseguir a los narcotraficantes en gran escala y lavadores de dinero que obtienen la mayor parte de las ganancias del tráfico de drogas.
“Evaluamos constantemente la efectividad de varios esfuerzos antinarcóticos y hacemos cambios en nuestros esfuerzos según sea necesario”, dijo el portavoz del Departamento de Estado estadounidense en un comunicado enviado por email. El vocero hizo las declaraciones bajo la condición de mantener anonimato, citando políticas de la agencia. “Seguimos trabajando con el gobierno de Colombia en el monitoreo de cultivos ilícitos de coca”.
Al menos desde 1987, el gobierno de Estados Unidos ha publicado estimaciones anuales del cultivo de coca en Colombia. Las cifras se dispararon a un máximo histórico en 2020, cuando la Oficina de la Casa Blanca para la Coordinación de Políticas Antidrogas estimó que 245 mil hectáreas de tierra, un área tres veces el tamaño de la ciudad de Nueva York, estaban plantadas con el cultivo ilícito utilizado para hacer cocaína. El informe del año pasado reveló que la producción casi no cambió en 2021 con respecto al mismo nivel alto.
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En los primeros cinco meses de 2023, el gobierno de Petro ha erradicado manualmente tan solo 4 mil 511 hectáreas de coca, casi un 90% menos que las 33 mil 454 hectáreas arrancadas durante el mismo período hace un año, cuando Iván Duque todavía estaba en el poder.
