MANCHESTER, Inglaterra (AP) — Dele Alli reveló que pasó seis semanas en un centro de rehabilitación para lidiar con problemas mentales causados por una traumática niñez y hacerse adicto a los somníferos.
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Alli emergió en la década pasada como una de las grandes promesas del fútbol inglés y fue parte de la selección que alcanzó las semifinales del Mundial de 2018, luego de un periodo en el que brilló en el juvenil plantel de Tottenham dirigido por Mauricio Pochettino que acarició el título de la Liga Premier.
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Sin embargo, la carrera del volante ofensivo se descarriló en años recientes y decidió dar una entrevista a Gary Neville, ex zaguero de la selección nacional, para abrirse sobre los problemas que le afectan.
Entre ellos, Alli dijo en el episodio de The Overlap — un canal en Youtube — divulgado el jueves, que empezó a depender mucho de los somníferos para “nada más escapar de la realidad”.
“Llevo mucho tiempo así, sin darme cuenta de ello, de las cosas que hacía para aquietar los sentimientos que tenía. No me daba cuenta que lo hacía con ese objetivo, ya sea bebiendo o lo que fuera”, dijo.
“Hay cosas que mucha gente hace, pero si abusas de ello y lo haces de mala manera y no lo hacen por el placer, lo haces para buscar algo o esconderte de algo, es algo que entonces puede hacerte mucho daño”, dijo. “Me volví adicto a las pastillas para dormir y probablemente es un problema que no solo tengo yo. Creo que es algo está dando vueltas más de lo que gente se imagina en el fútbol"
Alli, actualmente bajo contrato con el Everton de la Liga Premier, dijo que decidió ingresar a un centro de rehabilitación por adicciones, salud mental y trauma tras enterarse que necesitaba someterse a una cirugía al volver al club inglés luego de cumplir una cesión a préstamos con el Besiktas de Turquía.
Completó la rehabilitación hace tres semanas.
“Entré en un ciclo negativo. Confiaba en cosas que me estaban haciendo daño", dijo. "Me despertaba todos los días, estaba ganando la pelea y entraba a entrenar sonriendo, dispuesto a demostrar que era feliz, pero por dentro estaba perdiendo la batalla y era la hora de cambiar”.
Alli, quien tiene 27 años, dijo que cuando tenía 6 años fue víctima de abuso sexual por parte de un amigo de su madre biológica y "luego me mandaron a África" para aprender disciplina. También reveló que vendió drogas a los 8 años. Fue adoptado cuando tenía 12.
Mencionó que se destacó en Tottenham bajo la dirección de Pochettino entre 2015-19, diciendo que el técnico argentino “me valoraba primero como persona antes que el fútbol”, pero que nunca tuvo una buena relación con otros entrenadores.
Alli señaló que a los 24 años, cuando José Mourinho era el técnico de Tottenham, volvió a una “mal lugar”.
“Una mañana me despierto y tenía que ir a entrenar — esto fue cuando ya no era titular — y estaba en un mal lugar y recuerdo mirarme en el espejo, preguntándome si debía retirar ahora mismo”.
“A los 24 años, haciendo lo que más quiero, eso fue desgarrador”, añadió.
Alli tiene un año más de contrato con Everton y dijo estar “listo para tener una gran temporada”.
“Mentalmente, me encuentro en mi mejor lugar mental”, añadió.
Harry Kane, el capitán de la selección inglesa y excompañero de Alli en Tottenham, tuiteó que se sentía orgulloso de Alli "por haber hablado y compartido su experiencia para ayudar a los demás”.
Everton dijo que el club “respeta y aplaude la valentía de Dele para hablar sobre las dificultades que ha pasado y recibir la ayuda que se necesitaba”.