Un perito argentino, contratado por el Estado ecuatoriano, presentó el martes su informe sobre los autores intelectuales del controvertido asesinato de un excomandante de la Fuerza Aérea en 2010 e identificó a dos ex altos mandos militares de Ecuador. La muerte fue inicialmente atribuida a la delincuencia común, pese a las sospechas de la familia de que había autoridades implicadas.
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El crimen contra el general Jorge Gabela ocurrió a finales de 2010, durante el mandato del entonces presidente Rafael Correa. El alto mando militar se había pronunciado públicamente en contra de la contratación millonaria del Estado de siete helicópteros Dhruv, de fabricación india, aduciendo que no eran adecuados para operar en Ecuador.
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Según las investigaciones del perito Roberto Meza, Gabela se convirtió en blanco de seguimientos y del atentado que le costó la vida por esos cuestionamientos sobre la adquisición de tales naves militares.
“Existen muchísimos indicios para vincular a estas dos personas como los posibles autores intelectuales del asesinato”, aseguró Meza, que no precisó si los militares señalados contrataron o pidieron por encargo el crimen.
De los siete helicópteros adquiridos por el gobierno de Correa (2007-2017), cuatro se cayeron pocos meses después de la adquisición provocando la muerte de militares, y los tres restantes están abandonados y con prohibición de vuelo.
Tras la presentación del informe, Correa en su cuenta de Twitter dijo que “ojalá tengan pruebas de esta gravísima acusación que, además, son nuevas conclusiones y no la reconstrucción del anterior informe” y reiteró que “ya falta poco”, en alusión a un posible regreso al poder de su movimiento político bajo las siglas de la Revolución Ciudadana.
De acuerdo con el último informe del perito Meza, se identificó a un ex comandante de la Fuerza Aérea, Rodrigo Bohórquez y a su jefe del Estado mayor, Alonso Espiosa, ambos generales, como probables autores intelectuales del asesinato de otro ex comandante de esa institución, el general Gabela.
Inicialmente el asesinato fue atribuido por las autoridades de entonces, a la delincuencia común, pero debido a la insistente denuncia y lucha de la viuda del general, Patricia Ochoa, el presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, reabrió el proceso y contrató nuevamente a Meza para identificar a los responsables.
Ante un comité gubernamental, ante el Defensor del Pueblo y también ante la viuda de Gabela se entregó un documento de 73 páginas acerca de este caso, que trató de fue muy controvertido por falta de transparencia en los gobiernos de los expresidentes Rafael Correa (2007-2017) y Lenín Moreno (2017-2021).
En una primera instancia, Meza elaboró un informe acerca del crimen que conmocionó al país que fue presentado el 2013, aunque fue exhibido ante la opinión pública de forma incompleta y con falsas conclusiones en que no se identificaba a los autores intelectuales del crimen.
Ahora, el informe pericial menciona como “probables autores intelectuales” a los generales Alonso Espinosa y Rodrigo Bohórquez, jefe de Estado mayor y comandante de la Fuerza Aérea, respectivamente.
Las conclusiones de Meza no tienen vinculación legal hasta que la familia de Gabela o la Fiscalía pidan su judicialización. En torno al caso, fueron sentenciados los gatilleros que cometieron el crimen como autores materiales, uno de ellos fue posteriormente asesinado.
Ochoa, con la voz entrecortada por la emoción, dijo tras conocer la información que “han sido casi 13 años de persecución, años difíciles, duros para la familia, para mis hijos, para mi”.
