CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Las autoridades mexicanas negociaban el martes la liberación de 13 servidores públicos -entre policías, guardias nacionales y funcionarios- que fueron retenidos la víspera por los participantes de una violenta protesta en el estado de Guerrero, donde operan distintos grupos criminales.
Rosa Icela Rodríguez, secretaría de Seguridad Pública federal, dijo que los retenidos son cinco policías estales, cinco efectivos de la Guardia Nacional, dos funcionarios estatales y uno federal y explicó que se ha abierto una mesa de diálogo entre las autoridades estatales y locales para buscar su liberación. Los cortes de carreteras y las manifestaciones continuaban el martes.
El gobierno federal aseguró que los dirigentes de las protestas en Chilpancingo -la capital de Guerrero-, son individuos acusados de varios delitos que exigen la liberación de dos líderes de un cártel local recientemente detenidos y que forzaron a los pobladores a que se unieran a su reclamo.
Durante los choques del lunes los manifestaciones exigieron más servicios y apoyo para una zona montañosa del estado que es uno de los lugares más pobres del país.
Tanto Rodríguez como el presidente Andrés Manuel López Obrador insistieron la víspera en que están abiertos al diálogo y que si los manifestantes presentan una demanda justa se los atenderá. Sin embargo, no quedó claro qué podrían ofrecer las autoridades puesto que López Obrador subrayó que se ha abierto un proceso penal contra los dos detenidos y su caso está en manos del Poder Judicial.
“Hablaban de caminos y de programas sociales porque ese es el discurso aparente, andan buscando al tonto que se los crea”, dijo el mandatario. “No, el asunto es que están dos detenidos y que quieren que los liberen y por eso también detienen a los servidores públicos que están cumpliendo con su deber”.
Guerrero, el estado en el que en 2014 desaparecieron los 43 estudiantes de magisterio cuyo destino todavía se desconoce, es escenario de una cruenta batalla territorial entre distintos grupos criminales. En junio siete cuerpos descuartizados fueron arrojados sobre una calle del centro de Chilpancingo junto a amenazas de uno de los cárteles.
El lunes los manifestantes bloquearon la autopista que va de la Ciudad de México a Acapulco, en la costa del Pacífico, y comenzaron las protestas en la capital.
Según explicó el lunes por la noche el jefe de la policía estatal, Evelio Méndez, había 150 agentes estatales y 150 guardias nacionales desplegados para contener a las protestas pero los manifestantes los superaban en número, lanzaban piedras y se apoderaron de un vehículo policial blindado que usaron para embestir las puertas del edificio del congreso estatal. Una docena de guardias nacionales y policías resultaron lesionados, dijo Méndez.