SAN SALVADOR (AP) — Varias competidoras cayeron extenuadas en cuanto cruzaron la meta de los 3.000 metros con obstáculos, bajo el calor húmedo de la capital salvadoreña. Para entonces, Alondra Negrón había comenzado a correr de nuevo, como si nada.
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Llevaba en alto una bandera de Puerto Rico y no dio sólo una vuelta de la victoria, sino que extendió su recorrido jubiloso por muchos metros más.
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La joven de 25 años coronó una actuación destacada de la isla en los Juegos Centroamericanos y del Caribe al conseguir la medalla dorada.
“Las contrincantes más fuertes era México, Colombia. Y realmente mi entrenador me dio unas instrucciones de salir adelante en la carrera”, explicó Negrón una vez terminado su recorrido celebratorio “Me decidí un poco más conservadora, ya que hay mucha humedad en este país... pero de principio a fin me encontré a mí misma y supe que tenía el potencial para llevarme la presea de oro”.
Negrón estableció un tiempo de 10:14,34, una diferencia de casi 10 segundos respecto de la mexicana, quien se embolsó la plata.
Con el bronce se quedó la colombiana Stefany López, quien cruzó la meta en 10:27,20.
Desde las primeras filas del graderío del estadio Jorge “Mágico” González, miembros de la delegación puertorriqueña pedían a gritos durante la carrera que Negrón apretara el paso en busca de la marca que le daría el pasaje a los Juegos Olímpicos. Si hubiera llegado en menos de 10 minutos, lo habría conseguido.
Y a juzgar por la fuerza que le sobró, tal vez era posible. Pero la deportista originaria del municipio central de Airbonito indicó que lo importante era la victoria y evitar lesiones.
“Mi enfoque era ganar el oro. Era como que mi sueño”, enfatizó. “Venía por la revancha de Barranquilla 2018, que la carrera no me salió para nada y esto realmente es más para mí”.
Puerto Rico logró así su duodécima presea en el atletismo de estas justas, incluidas seis de oro. Ocupó el tercer sitio de estas disciplinas, sólo por debajo de Cuba y México.
“Hemos aprendido, hemos aprendido de otros Centroamericanos”, explicó. “Estamos con entrenadores mucho más preparados. Hay una organización de principio de año hasta fin de año. Veo atletas como Jasmine Camacho-Quinn (campeona de los 100 con vallas), con altísimo nivel competitivo, compitiendo aquí, lo que significa que estamos haciendo el trabajo bien. Estamos construyendo una base de un programa tan organizado que ha sido el año con mayores y también de los resultados”.
