QUITO (AP) — El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, destacó el viernes la destrucción de 16,6 toneladas de droga que representan 800 millones de dólares en el mercado, ante una situación nacional con elevados niveles de violencia e inseguridad que se disparó hace dos años y que le ha supuesto duras críticas en toda su gestión.
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El mandatario, en el poder desde mayo de 2021, asistió al proceso de desintegración de la droga a través del método del encapsulamiento, elogiado por la ONU, que permite una destrucción 21 veces más rápida que a través de la incineración tradicional. Esta técnica consiste en mezclar la droga con hormigón y depositarla en piscinas subterráneas donde se solidifica.
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En el acto, comparó el “golpe muy fuerte” que se ha dado a la economía de las mafias durante su mandato frente a los gobiernos anteriores. Estimó que la eliminación de 462 toneladas de clorhidrato de cocaína, incautadas en su mayoría durante su gobierno, equivale a un perjuicio de 23.000 millones de dólares para las bandas dedicadas al tráfico de droga.
Mientras las 40 toneladas que normalmente se incautaban antes de su administración representan “apenas 2.300 millones de dólares”.
Resaltó además, el trabajo conjunto de las Fuerzas Armadas de Colombia y Ecuador que han destruido 110 laboratorios para producir cocaína en la frontera común.
Pero el ex director de inteligencia del Ejército ecuatoriano y consultor en temas de seguridad, Mario Pazmiño, matizó la supuesta efectividad declarada desde el gobierno en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado.
“Si hubiera sido tan efectiva la acción gubernamental no tendríamos los niveles de violencia e inseguridad que se presentan y siguen incrementando en el país”, enfatizó.
En diálogo telefónico con The Associated Press, el experto señaló que por la frontera norte de Ecuador ingresa el 75% de cocaína producida en Colombia lo que, según las cifras que maneja, equivale a 800 toneladas anuales y 1.600 en dos años. Es decir, se decomisa solo el 25 % del total de droga que circula.
Pazmiño aseguró que, si se están incautando 400 toneladas en promedio en dos años, “aproximadamente estaría pasando 1.200 toneladas”, por lo que “no hay efectividad”. Esto evidenciaría, dijo, que el narcotráfico “sigue permeando a la sociedad ecuatoriana y al gobierno”.
Para el presidente ecuatoriano, son precisamente los golpes al narcotráfico de las incautaciones lo que derivan en la violencia “en las cárceles y luego en las calles”, insistió Lasso en un argumento recurrentemente mencionado.
Ecuador afronta una crisis de seguridad considerada la más violenta en su historia, que inició en 2021 con masacres y enfrentamientos en las cárceles del país que han dejado más de 400 presos asesinados por pugnas de territorio y poder.
En paralelo, las disputas entre bandas criminales y la delincuencia han protagonizado episodios violentos en las calles desatando las muertes por sicariato, asaltos armados, robos y extorsiones que atemorizan a la ciudadanía.
Pese a que se han declarado más de una decena de estados de excepción por inseguridad, con restricciones de circulación en los últimos dos años, la tasa de muertes violentas en 2022, según las cifras oficiales, fue de 25,32 por cada 100.000 habitantes, equivalentes a 4.603 asesinatos, mientras en 2021 se registraron 2.464 muertes violentas.
Las principales zonas de conflicto son las provincias de la Costa como Guayaquil, Esmeraldas, Manabí, Los Ríos y Santa Elena, en cuyas ciudades se concentran más del 80% de los asesinatos.
