SANTIAGO (AP) — Un ataque incendiario en el que se quemaron más de una decena de camiones utilizados en la construcción de un parque eólico en una zona del sur de Chile fue condenado el domingo por el gobierno y las autoridades locales que anunciaron acciones judiciales contra quienes resulten responsables.
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Los hechos ocurrieron la tarde del sábado cuando varias personas encapuchadas atacaron un parque eólico en construcción en la Planta Eólica de Camán, municipio de Paillaco, en la sureña región de los Ríos y retuvieron a los trabajadores, a los que soltaron después. Se informó que ninguno de ellos resultó herido.
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“Condenamos enérgicamente el atentado incendiario que hemos sufrido”, señaló en un comunicado la empresa Mainstream Renewable Power, que construye el parque. “Un acto de violencia que ha dejado daños materiales todavía en evaluación”.
Es “urgente detener este tipo de ataques realizados por grupos violentos que amenazan la seguridad de trabajadores y de las comunidades de la zona”, agregó.
El alcalde de Paillaco, Miguel Ángel Carrasco, también condenó en las redes sociales el ataque en el que según dijo se incendiaron 13 camiones y 2 maquinarias. Anunció querellas judiciales, y dijo que solicitará que se amplíe el estado de excepción a esa región sureña.
“Es un atentado gravísimo”, manifestó, por su parte, la ministra del Interior, Carolina Tohá, al ser entrevistada por el canal TVN.
Esas máquinas “dan trabajo a personas” en la construcción de una “alternativa energética limpia para el país” y es también “inversión necesaria para la reactivación económica después de un periodo complejo”, añadió la ministra.
Tohá no descartó que el gobierno considere ampliar un estado de excepción que rige desde hace más de un año en dos regiones vecinas —La Araucanía y el Bíobío— a la región de Los Rios, donde se han registrado al menos seis ataques en el último mes.
Aunque tradicionalmente los atentados incendiarios en el sur del país se han producido contra empresas forestales, en la última semana se han registrado incidentes violentos contra puentes ferroviarios, postes de luz o pasarelas peatonales.
El hecho se produce tan solo un día después de una visita del presidente Gabriel Boric a las zonas bajo un estado de emergencia, el cual le permite desplegar a las fuerzas militares para el control de las carreteras y el orden público. El estado de excepción fue decretado en toda la región de La Araucanía y en dos provincias del Bíobío, 600 kilómetros al sur de la capital chilena, donde hay un conflicto con sectores minoritarios de la etnia mapuche que exigen por la fuerza la devolución de territorios ancestrales.
Boric, quien es partidario de solucionar mediante el diálogo el conflicto con los mapuches, creó una comisión presidencial que iniciará la próxima semana un catastro de las tierras reclamadas y que fueron arrebatadas por el Estado en el siglo XIX, y que en el plazo de dos años deberá informar cuántos territorios se pueden restituir.
Los atentados en el sur incrementan la crisis de inseguridad que viven los chilenos debido al aumento de la violencia delictiva en ciudades y en zonas rurales, según los expertos.