ROMA (AP) — El papa Francisco despidió de su puesto en el Vaticano a un ayudante del difunto Benedicto XVI y le ordenó que regrese a su Alemania natal en el último episodio de una disputa pública que culminó con la publicación de unas memorias en las que el ayudante del pontífice emérito era muy crítico con su sucesor.
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El Vaticano confirmó que el arzobispo Georg Gaenswein había terminado oficialmente su labor como prefecto de la Casa Pontificia el 28 de febrero. Un comunicado emitido el jueves, mientras Francisco seguía ingresado en un hospital recuperándose de una cirugía abdominal, indicó que el pontífice le había ordenado regresar a Friburgo, su diócesis alemana de origen, antes del 1 de julio.
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Aunque todos los secretarios papales suelen volver a sus diócesis tras el deceso del pontífice al que sirvieron, el anuncio del Vaticano reveló parte de las asperezas entre Francisco y Gaenswein. El argentino no le asignó un nuevo cargo y al religioso alemán, de 66 años, le queda casi una década para retirarse.
Los rumores acerca del futuro de Gaenswein surgieron tras el deceso de Benedicto el 31 de diciembre y aumentaron una semana después con la publicación de sus memorias “Nothing But the Truth: My Life Beside Pope Benedict XVI” (“Nada más que la verdad: mi vida al lado del Papa Benedicto XVI”).
En el libro, Gaenswein relata su vida al servicio de Benedicto, pero también como prefecto de la Casa Pontificia con Francisco. Reveló intrigas palaciegas, ajustó viejas cuentas y dejó en mal lugar a Francisco, desmintiendo la noción cuidadosamente presentada de que coexistencia de los dos papas, uno en activo y el otro retirado, había sido feliz.
Publicado durante el tenso periodo de luto tras la muerte de Benedicto, el libro se convirtió en una de las líneas de ataque de los partidarios del conservador papa alemán a su sucesor.
En realidad, Gaenswein había dejado de trabajar activamente como prefecto de la casa pontificia en 2020 tras publicar otro libro que lo enfrentó a Francisco.