Unos 110 millones de personas se han visto obligadas a huir de sus hogares a causa de conflictos, persecuciones o violaciones de los derechos humanos, según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados. La guerra en Sudán, que ha desplazado a casi dos millones de personas desde abril, es apenas la última de una larga lista de crisis que ha llevado a este récord.
“Es toda una denuncia sobre el estado de nuestro mundo", afirmó Filippo Grandi, que dirige la agencia de refugiados de la ONU, ante reporteros en Ginebra antes de la publicación el miércoles del Reporte de Tendencias Globales 2022 de ACNUR.
Solo el año pasado, otros 19 millones de personas se vieron obligadas a dejar sus casas, incluyendo los más de 11 millones que huyeron de la invasión rusa de Ucrania, que fue el mayor éxodo, y el más rápido, desde la Segunda Guerra Mundial.
“Nos enfrentamos a situaciones de emergencia constantemente", apuntó Grandi. El año pasado, ACNUR registró 35 emergencias, entre tres y cuatro veces más que en años previos.
“Muy pocas llegan a los titulares", agregó alegando que la guerra en Sudán desapareció de la mayoría de las portadas tras la evacuación de los ciudadanos occidentales.
Los conflictos en República Democrática de Congo, Etiopía y Myanmar fueron también responsables del desplazamiento de más de un millón de personas dentro de cada país el año pasado.
La mayoría de los desplazados han buscado refugio dentro de las fronteras de su país, pero un tercio — 35 millones — huyeron a otras naciones, lo que los convierte en refugiados, de acuerdo con el informe de ACNUR. La mayoría de los refugiados son acogidos por países de renta baja o media en Asia y África, y no por los ricos en Europa o América del Norte, dijo Grandi.
Turquía es, en la actualidad, la nación con más refugiados, con 3,8 millones, en su mayoría ciudadanos sirios que escaparon de la guerra civil. Por detrás se sitúa Irán, con 3,4 millones, sobre todo afganos. Pero también hay 5,7 millones de refugiados ucranianos repartidos en países europeos y otros lugares.
El número de personas apátridas también se incrementó en 2022 hasta los 4,4 millones, según los datos de ACNUR, pero se cree que es una subestimación.
En cuanto a los pedidos de asilo, Estados Unidos fue el país que más solicitudes nuevas recibió el año pasado, con 730.400. Pero también es la nación con mayor espera en ese proceso, apuntó Grandi.
“Una de las cosas que hay que hacer es reformar ese sistema de asilo para que sea más rápido, más eficiente", indicó.
Estados Unidos, España y Canadá anunciaron recientemente planes para crear centros de tramitación de asilo en América Latina que reduzcan el número de personas que se dirigen al norte para llegar a la frontera mexicano-estadounidense.
A medida que aumenta el número de solicitantes de asilo, lo hacen también los retos que enfrentan. “Vemos devoluciones automáticas. Vemos medidas migratorias o de admisión de migrantes cada vez más estrictas. En muchos países vemos la criminalización de migrantes y refugiados, culpándolos de todo lo ocurrido", aseguró Grandi.
La semana pasada, los líderes de la Unión Europea renovaron sus promesas financieras a las naciones del norte de África, con las que esperan frenar la migración a través del Mediterráneo, mientras que el gobierno británico insiste en un plan, hasta ahora fallido, para enviar a los solicitantes de asilo a Ruanda, algo a lo que ACNUR se opone.
Pero también hubo algunas victorias, apuntó Grandi mencionando las negociaciones de la Unión Europea para un nuevo pacto de migración y asilo, que describió como un signo positivo, a pesar de las críticas de los grupos de derechos humanos.
Grandi celebró también que el número de refugiados reasentados se duplicase en 2022 con respecto al año anterior, hasta los 114.000, pero admitió que esto es todavía "una gota en el océano”.