BRASILIA (AP) — La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se reunió el lunes con el mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva con el fin de dar nuevo impulso a un acuerdo de libre comercio.
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La Unión Europea completó las negociaciones en 2019 en torno a un amplio tratado comercial con el Mercosur —integrado por Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay_, pero aún falta que lo ratifique cada país de manera individual.
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Su ratificación se estancó durante la presidencia del predecesor de Lula, Jair Bolsonaro, debido a la preocupación de la UE en torno a sus políticas ambientales, y por el deseo europeo de proteger a sus agricultores de las importaciones baratas provenientes del Mercosur.
Aún falta que las modificaciones propuestas al acuerdo original encarrilen de nuevo el proceso.
En marzo, la UE le envió una carta al Mercosur en la que solicitaba establecer requisitos más estrictos de respeto al medio ambiente para los países sudamericanos, con el fin de persuadir a las 27 naciones que integran el bloque a que ratificaran el acuerdo.
“Estamos esperando con mucho interés su respuesta, porque estamos abiertos a escucharlos, a escuchar dónde tenemos que mejorar”, dijo Von der Leyen en declaraciones preparadas luego de reunirse con Lula. “De forma que efectivamente podamos, para fin de año, concluir el acuerdo con el Mercosur”.
Pero Lula expresó abiertamente su desaliento ante la propuesta.
“La premisa que necesita existir entre socios estratégicos es la de la confianza mutua y no la desconfianza y las sanciones”, manifestó.
La carta de marzo no menciona sanciones explícitamente, sino que más bien propone hacer que algunas de las metas ambientales establecidas en el Acuerdo de París sean obligatorias. El canciller brasileño Mauro Vieira ha dicho que distintas interpretaciones del derecho europeo podrían significar que el hecho de que no se alcancen los objetivos derivaría en sanciones.
El acuerdo comercial UE-Mercosur vincularía dos mercados con una población total de unos 800 millones de personas y que en conjunto suman aproximadamente una cuarta parte del PIB mundial.
El comercio anual de bienes y servicios alcanzaría más de 100.000 millones de dólares al recortar los impuestos aduanales y facilitar el acceso de los exportadores agrícolas del Mercosur al mercado de la UE, y el de los fabricantes europeos a los países del Mercosur.
Desde que Lula asumió la presidencia en enero, miembros de su gobierno han planteado cuestionamientos sobre el acuerdo, indicó Lucas Leite, profesor de relaciones internacionales en la Fundación Armando Alvares Penteado, una universidad de Sao Paulo. Dijo que entre sus preocupaciones está saber si los bienes industrializados de Brasil podrán competir con sus rivales europeos, y la posibilidad de que la nación pudiese resultar afectada negativamente.
“Los estándares ambientales son un reto para el gobierno brasileño, lo que habla acerca de la necesidad de reindustrializar el país”, declaró Leite. “Este acuerdo no sería bueno para Brasil. Sólo podemos competir en el sector agrícola”.
Dos funcionarios del ministerio de relaciones exteriores le dijeron a The Associated Press que muchos diplomáticos brasileños están alegando que la propuesta de la UE de marzo proporciona una buena excusa para no ratificar el acuerdo. Los funcionarios hablaron a condición de guardar el anonimato porque carecen de autorización para declarar públicamente.
En medio de la incertidumbre en torno al acuerdo, Von der Leyen procuró mostrar solidaridad europea con Brasil al anunciar nuevos programas de gastos.
Dijo que la UE invertirá 2.000 millones de euros (2.200 millones de dólares) para la producción de hidrógeno, un proyecto de energía limpia con el que se pretende disminuir la dependencia en los combustibles fósiles. Indicó que el bloque europeo también proporcionará 430 millones de euros para ayudar a combatir la deforestación y 20 millones de euros al Fondo Amazonía para preservar la selva amazónica.
“Esto es sólo el comienzo”, dijo Von der Leyen, y señaló que se prevé que naciones europeas individuales y donantes privados complementen el total. “Europa está de vuelta en Brasil, Europa está de vuelta en Latinoamérica”.
Tras reunirse con Lula, Von der Leyen se entrevistó con ejecutivos del sector industrial de Brasil.
Brasilia es su primera escala de su gira por Latinoamérica. Ahora la funcionaria europea viajará a Argentina, Chile y México, y planea reunirse con los presidentes de cada una de esas naciones. En julio, integrantes de la UE y los jefes de Estado de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños llevarán a cabo una cumbre.
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El periodista de The Associated Press Raf Casert contribuyó a este despacho desde Bruselas.