ESTAMBUL (AP) — La aventura de Kevin de Bruyne en una final de la Liga de Campeones terminó demasiado pronto, otra vez.
Pero ahora no importó.
El sábado, a diferencia de la final de 2021, el Manchester City hizo el trabajo sin su inspirador creativo de jugadas, para coronarse por primera vez en la Liga de Campeones.
El Manchester City venció 1-0 al Inter en la final, observada por De Bruyne desde el banquillo tras lastimarse a los 36 minutos, cuando el marcador estaba empatado sin goles.
De Bruyne tuvo que ser sustituido, la segunda ocasión en tres temporadas que ha abandonado el campo prematuramente en el partido de clubes más importante del fútbol.
Phil Foden entró en su lugar.
“Han sido dos meses duros para mí, he tenido muchos problemas con mi corva”, dijo De Bruyne a BT Sport. “Escuché un chasquido”.
El astro belga se sentó sobre el césped luego de 30 minutos con una aparente lesión en un músculo del muslo derecho o en el tendón de la corva. Recibió asistencia médica durante algunos instantes y jugó cuatro minutos más antes de hacer una señal al banquillo para ser sustituido.
La lesión aparentemente ocurrió al momento en que De Bruyne intentó un disparo hacia la portería del Inter, su primer tiro del encuentro, el cual no generó peligro.
Hace dos años, De Bruyne tuvo que dejar el encuentro al cumplirse la hora, después de sufrir una grave lesión facial en la final en que el Manchester City cayó 1-0 ante el Chelsea.
De Bruyne sufrió una fractura de nariz y del pómulo izquierdo en un choque contra el hombro del defensor del Chelsea Antonio Rudiger.
En aquella ocasión, el belga rompió en llanto mientras abandonaba el terreno.
Ahora salió rápidamente del campo y se sentó en la banca. El técnico Pep Guardiola lo recibió y la dio una palmada en la cabeza.
Lo que no pudo evitar la lesión es que De Bruyne saltara desde la banca y corriera para celebrar el tanto de Rodri a los 68 minutos, que a la postre dio el triunfo al City.
Desde luego, De Bruyne hizo lo mismo cuando sonó el silbatazo final, tras seis minutos de un tenso descuento. Luego, se unió a la ruidosa celebración.