KIEV, Ucrania (AP) — El presidente ruso, Vladímir Putin, afirmó el viernes que las tropas ucranianas han iniciado una contraofensiva y que están sufriendo pérdidas “significativas”. Sus comentarios se produjeron horas después de una serie de ataques con drones en territorio ruso.
Se trata de un nuevo esfuerzo de Putin para dar forma a la narrativa de la invasión que ordenó hace más de 15 meses, la cual provocó la condena de otros países y reavivó las tensiones internacionales hasta nivel similares a los de la época de la Guerra Fría.
El conflicto entró en una nueva y compleja fase esta semana con la ruptura de una represa del río Dniéper, lo que provocó inundaciones en una amplia franja del frente en el sur de Ucrania. Decenas de miles de civiles, que ya se enfrentaban a la miseria de los constantes bombardeos, huyeron a terrenos más elevados en ambos lados de la crecida y extensa vía fluvial.
Kiev ha restado importancia a los señalamientos de una contraofensiva, alegando que, cuanto menos se hable de sus movimientos militares, mejor. Tras visitar las zonas inundadas el jueves, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, dijo que estaba en contacto con las fuerzas ucranianas en todas las zonas de combate y elogió el “resultado” de sus esfuerzos, aunque no específico cuál.
Putin afirmó que las fuerzas rusas llevan las de ganar.
“Podemos decir claramente que la ofensiva ha comenzado, como indica el uso de reservas estratégicas por parte del ejército ucraniano”, declaró Putin a la prensa en Sochi, donde se reunió con los jefes de otros Estados de la Unión Económica Euroasiática. “Pero las tropas ucranianas no han logrado sus tareas declaradas en una sola zona de combate”.
Kiev no ha especificado si se ha movilizado a reservistas al frente, pero sus aliados occidentales han volcado en Ucrania potencia de fuego, sistemas defensivos y otros activos, así como asesoramiento militar.
“Estamos viendo que las tropas del régimen ucraniano están sufriendo pérdidas significativas”, afirmó Putin, sin dar detalles. “Se sabe que el bando ofensivo sufre pérdidas de 3 a 1 —es lo típico_, pero en este caso, las pérdidas superan significativamente ese nivel”.
El viernes, la viceministra de Defensa ucraniana Hanna Maliar dijo que Rusia estaba a la defensiva en la provincia suroriental de Zaporiyia, aunque el epicentro de los combates seguía estando en el este, sobre todo en la región de Donetsk. Describió “intensos combates” en Lyman, Bájmut, Avdiivka y Marinka.
Valerii Shershen, portavoz de las fuerzas armadas ucranianas en Zaporiyia, declaró a Radio Liberty que estaban buscando puntos débiles en la defensa rusa, la cual Moscú intentaba reforzar con minas, fortificaciones y reagrupándose.
Anteriormente, las autoridades regionales del suroeste de Rusia, cerca de la frontera con Ucrania, informaron sobre una oleada de ataques con drones. Los ataques han puesto de manifiesto la vulnerabilidad de los sistemas de defensa antiaérea de Moscú.
El gobernador regional de Voronezh, Alexander Gusev, dijo en Telegram que un dron se estrelló contra un edificio de apartamentos de gran altura en la ciudad del mismo nombre, hiriendo a tres residentes que fueron alcanzados por fragmentos de vidrio. Los medios de comunicación estatales rusos publicaron fotos de ventanas reventadas y daños en la fachada.
Según Gusev, el dron tenía como objetivo una base aérea cercana, pero se desvió de su ruta al ser interferida su señal. La ciudad se encuentra a unos 250 kilómetros al norte de la región ucraniana de Luhansk, ocupada en su mayor parte por Rusia.
Por su parte, el gobernador Vyacheslav Gladkov, de la vecina región de Belgorod, también fronteriza con Ucrania, dijo que las defensas aéreas habían derribado dos objetivos no especificados durante la noche. Un edificio de apartamentos y viviendas particulares resultaron dañados, afirmó, sin precisar por qué. También dijo que un dron cayó sobre el tejado de un edificio de oficinas en la ciudad de Belgorod. No detonó, pero se incendió tras el impacto, causando “daños insignificantes”, escribió.
En tanto, el gobernador de la región rusa de Kursk, Roman Starovoit, dijo que un dron se estrelló contra el suelo frente a un depósito de petróleo y cerca de depósitos de agua en la capital local, sin causar víctimas ni daños.
En general, las autoridades ucranianas han negado cualquier participación en ataques dentro de Rusia.
En Ucrania, el gobernador de la región de Jersón, Oleksandr Prokudin, declaró el viernes que el nivel del agua había descendido unos 20 centímetros durante la noche en la orilla occidental del Dniéper, inundada desde el martes tras la ruptura de la presa de Nova Kajovka, río arriba.
Funcionarios de ambas márgenes indicaron que unas 20 personas han muerto en las inundaciones. La coordinadora humanitaria de las Naciones Unidas en Ucrania, Denise Brown, visitó el viernes la ciudad de Bilozerka, la cual se vio afectada por las inundaciones, informó el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric.
“La señora Brown dijo que aunque las estimaciones iniciales indican que 17.000 personas están siendo afectadas sólo en las zonas controladas por Ucrania, es importante entender que la crisis no se ha detenido y sigue evolucionando rápidamente”, manifestó Dujarric.
Kiev acusó a Rusia de volar la presa y su central hidroeléctrica, que estaban bajo control de las fuerzas rusas, mientras que Moscú dijo que Ucrania la bombardeó.
El centro de terremotos noruego NORSAR dijo el viernes que una estación sismológica en la vecina Rumania registró temblores en las inmediaciones de la presa a las 2:54 de la madrugada del martes, alrededor de la hora en que Zelenskyy dijo que se produjo la fratura.
“Lo que podemos ver a partir de nuestros datos es que hubo una explosión en la zona de la presa al mismo tiempo que se rompió la presa”, señaló a The Associated Press el jefe de investigación de NORSAR, Volker Oye.
El centro noruego forma parte de un sistema de vigilancia mundial que ayuda a verificar el cumplimiento del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares.
Los expertos predijeron que las consecuencias del colapso de la presa durarán meses. La continuación de los combates en la región obstaculizará la recuperación.