KIEV, Ucrania (AP) — Estados Unidos y sus aliados no deben apoyar un cese del fuego o negociaciones de paz para poner fin a la guerra en Ucrania hasta que Kiev gane fuerza y pueda negociar en sus propios términos, dijo el viernes el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
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En momentos en los que una contraofensiva ucraniana parece estar tomando forma, Blinken señaló que atender los exhortos de Rusia y otros países, entre ellos China, para que se entablen negociaciones tendrá como resultado una “paz ‘potemkin’” que no garantiza la soberanía y la integridad territorial de Ucrania ni mejora la seguridad europea.
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“Creemos que el requisito previo para una diplomacia significativa y una paz real es una Ucrania más fuerte, capaz de disuadir y defenderse de cualquier agresión futura”, manifestó Blinken en un discurso en Finlandia, país que recientemente se convirtió en miembro de la OTAN y comparte una larga frontera con Rusia.
Su uso del término “potemkin” se refería a las fachadas de las aldeas pintadas de colores brillantes que, según se dice, el ministro del gobierno ruso del siglo XVIII Grigory Potemkin mandaba construir para crear una ilusión de prosperidad para la emperatriz de Rusia.
Blinken reiteró la postura de Estados Unidos de que “un cese del fuego que simplemente congela las líneas actuales” y permite al presidente ruso Vladímir Putin “consolidar el control sobre el territorio del que se ha apoderado, y descansar, rearmarse y volver a atacar... eso no es una paz justa y duradera”.
Según Blinken, permitir que Moscú mantenga la quinta parte del territorio ucraniano que ha ocupado enviaría un mensaje equivocado a Rusia y a “otros posibles agresores de todo el mundo”, lo que implica que no debería acordarse un cese del fuego hasta que Ucrania haga retroceder a Rusia o ésta retire sus soldados.
La postura de Blinken es similar a la de las autoridades ucranianas, incluyendo su declaración de que Rusia debe pagar una parte de la reconstrucción de Ucrania y rendir cuentas por la invasión de su vecino que inició en febrero de 2022.
Después de meses de un estancamiento en el campo de batalla a lo largo de una línea de frente de 1.100 kilómetros (685 millas), las autoridades ucranianas han dado señales confusas sobre si una contraofensiva, basada en gran medida en armas occidentales avanzadas recientemente desplegadas, está próxima o ya está en marcha.
Algunos han insinuado que la campaña no consistirá en un aluvión de ataques simultáneos en todo el frente, sino más bien en una serie de ataques más selectivos y limitados, primero para debilitar las líneas de suministro y la infraestructura de Rusia, y luego ampliados a otros objetivos con mayor intensidad.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, hizo comentarios a ese respecto el viernes.
“Esto no es una película”, dijo a los periodistas en Kiev. “Es difícil decir cómo verán la contraofensiva. El punto principal aquí es que Rusia lo vea. Y no sólo verlo, sino sentirlo. Especialmente, hablamos de los soldados que han ocupado nuestros territorios. Desocupación de nuestros territorios: Este es el resultado de nuestra contraofensiva. Cuando vean esto, ustedes entenderán que ha comenzado”.
Zelenskyy ha afirmado que su objetivo es expulsar a los soldados rusos de los cuatro territorios que ocupó parcialmente y que se anexionó de manera ilegal el año pasado, así como de la península de Crimea que el Kremlin tomó ilegalmente en 2014.
Putin ha dicho que dos de sus objetivos al invadir Ucrania eran mejorar la seguridad de Rusia y evitar que Ucrania se uniera a la OTAN, pero el gobierno de Kiev persiste en su solicitud de incorporarse a la alianza. Dado que Suecia espera ser aceptada como miembro en julio, eso dejaría a Rusia rodeada por países de la OTAN en el mar Báltico.
Blinken dijo que la invasión rusa de Ucrania era un fracaso estratégico catastrófico para Moscú que había fortalecido a la OTAN, a la Unión Europea y a Ucrania. Rusia se ha quedado más aislada, aseveró, encadenada a China como socio menor en una relación que Beijing ha llegado a resentir cada vez más, y ya no puede utilizar la energía como herramienta política en países que antes consideraba suyos o satélites.
Por su parte, Rusia quiere que en las negociaciones se aborde la solicitud de Ucrania de ingresar en la OTAN.
“Naturalmente, este será uno de los principales puntos complicados y potenciales problemas durante muchos, muchos años”, declaró el viernes el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
Blinken afirmó que Washington estaba dispuesto a apoyar los esfuerzos de paz de otros países, incluidos los de China y Brasil, pero que cualquier acuerdo de paz debe respetar los principios de soberanía, integridad territorial e independencia.
China, que dice ser neutral y quiere fungir de mediador pero ha apoyado políticamente a Moscú, instó el viernes a los países a dejar de enviar armas a Ucrania. Estados Unidos es uno de los principales aliados occidentales y proveedor de armas de Kiev.
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Matthew Lee reportó desde Oslo, Noruega. Karl Ritter en Estocolmo y Andrew Katell en Nueva York contribuyeron a este despacho.