El presidente de Uganda firmó una dura ley contra la homosexualidad con mucho apoyo popular en el país del este de África, pero que había sido duramente condenada por activistas de derechos y otras personas en el extranjero.
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La versión de la ley refrendada por el presidente, Yoweri Museveni, no penaliza a los que se identifican como LGTBQ, una grave preocupación de los activistas que condenaron una versión anterior del texto como un ataque flagrante a los derechos humanos.
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Sin embargo, la nueva ley aún prescribe la pena capital por “homosexualidad agravada”, definida como casos de relaciones sexuales que incluyan a personas infectadas de VIH, menores o de otras categorías de personas vulnerables.
La presidenta del Parlamento, Anita Among, dijo en un comunicado que el presidente había “respondido a los llantos de nuestro pueblo” al firmar la medida.