BUENOS AIRES (AP) — A pesar de la lluvia miles de personas se congregaron el jueves en la Plaza de Mayo de Buenos Aires para conmemorar los 20 años de la asunción de Néstor Kirchner y con la incógnita sobre el futuro político de su viuda, la actual vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
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La exmandataria encabezó la celebración. Salió al escenario entre la multitud que gritaba “¡Cristina, presidenta!” junto al ministro de Economía Sergio Massa, el ministro del Interior Wado de Pedro, el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof —los tres nombres que suenan como posibles candidatos a la presidencia por el oficialismo—, su hijo Máximo Kirchner y otros personajes clave del Frente de Todos, la corriente de centroizquierda del peronismo.
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En el acto multitudinario no estuvo el presidente Alberto Fernández.
“Yo soy del pueblo y de ahí no me muevo”, aunque “me quieran matar o me quieran meter presa”, señaló Fernández de Kirchner sobre quien pesan varias causas judiciales.
Criticó al poder judicial, así como el préstamo del Fondo Monetario Internacional contraído durante el pasado gobierno del opositor Mauricio Macri (2015-2019), mientras que defendió la gestión del presidente Fernández a pesar de reconocer diferencias con él.
“Este gobierno es infinitamente mejor de lo que hubiera sido otro de Mauricio Macri”, lanzó la vicepresidenta, señalando que en 2019 recibieron un país endeudado. “Le dieron 57.000 millones de dólares para que pudiera ganar las elecciones”, afirmó sobre su predecesor, al que acusó de dejar al país endeudado.
En su discurso Fernández de Kirchner también hizo referencia a la llegada de su esposo al poder, destacó los logros de su mandato como presidenta entre 2007 y 2015, criticó a los medios de comunicación, pero siguió sin dar mayores luces sobre su futuro político.
Aunque ha negado en varias ocasiones que se vaya a presentar como candidata en las elecciones presidenciales de octubre, se mantiene la incertidumbre sobre si finalmente cambiará de opinión. Hasta ahora tampoco le ha dado un espaldarazo explícito a un postulante del peronismo.
Fernández de Kirchner ha sido la política más influyente del país en las últimas dos décadas. Si mantuviera su decisión de no presentarse dejaría al partido peronista sin una de sus opciones más competitiva. El presidente Fernández también decidió no competir en medio de una fuerte crisis económica.
La vicepresidenta, de 70 años, ha dicho que la condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ocupar cargos públicos que dictó en su contra un tribunal a fines de 2022 por corrupción durante su mandato es un obstáculo a su postulación, pese a que el fallo todavía no está firme.