WASHINGTON (AP) — El gobernador de Florida, Ron DeSantis, exhortó a la nación a demostrarle a Daniel Penny que “Estados Unidos lo respalda”. La exembajadora a la ONU Nikki Haley pidió al gobernador de Nueva York que lo indulte. El empresario Vivek Ramaswamy donó 10.000 dólares a su fondo de defensa legal.
Los aspirantes a la candidatura republicana han acudido en apoyo de Penny, un veterano de los Marines, grabado en video cuando sujetaba en el metro de Nueva York a un pasajero negro agitado con una llave de estrangulamiento que le provocó la muerte. El pasajero, Jordan Neely, de 30 años, murió de compresión del cuello, según el médico forense.
Penny está acusado de homicidio no intencional. Sus abogados sostienen que actuó en defensa propia.
Ya es un héroe para muchos republicanos, que lo proclaman como un buen samaritano que intervino en defensa de otros en una ciudad —gobernada por los demócratas— donde ha aumentado la tasa de delincuencia. El apoyo ha sido firme, a pesar de que Neely, que era negro, no atacó a nadie en el vagón antes de que Penny, que es blanco, le aplicó la llave.
La prisa con la que acudieron a la defensa de Penny recuerda cómo el entonces presidente Donald Trump y otros en la jerarquía republicana apoyaron a Kyle Rittenhouse durante la elección presidencial de 2020. Rittenhouse, un adolescente blanco que mató a dos hombres e hirió a un tercero durante una noche alborotada de protestas en Wisconsin tras la muerte de un hombre negro, fue absuelto por el jurado.
Recientemente, el gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, prometió indultar a Daniel Perry, un sargento blanco del ejército, condenado a 25 años de prisión por matar a tiros en 2020 a un hombre armado durante una marcha del movimiento de los derechos de la población negra Black Lives Matter en Austin, la capital estatal.
Los republicanos intentan atacar a los demócratas con el argumento de las tasas crecientes de criminalidad. La Comisión Judicial de la Cámara de Representantes, dominada por los republicanos, viajó a Nueva York el mes pasado, antes de la muerte de Neely, a una audiencia sobre las “víctimas de delitos violentos en Manhattan”.
Los demócratas y los promotores de la justicia racial dicen que el mensaje republicano sobre la restauración de “la ley y el orden” aprovecha un racismo profundamente arraigado.
“Su programa para ganar elecciones se basa en recurrir a lo peor de la naturaleza humana y rematarlo con división y miedo”, declaró el demócrata Jumaane Williams, defensor del pueblo de Nueva York. "Y si están presentes los factores de raza y clase, es como un regalo de Navidad para ellos".
Neely, a quienes algunos usuarios del metro conocían como un imitador de Michael Jackson, sufría trastornos mentales y lo habían arrestado frecuentemente. Algunos presentes durante el hecho dijeron que le había gritado a los pasajeros y que les pidió dinero en actitud agresiva, pero sin tocar a nadie.
Christopher Borick, director del Instituto de Opinión Pública de la Universidad Muhlenberg, opina que para los candidatos republicanos la causa de Penny es un medio más para despertar entusiasmo entre su base de simpatizantes.
“Tiene muy pocas desventajas dentro del electorado republicano, ya que coincide tan perfectamente con asuntos tan increíblemente importantes para los votantes republicanos en materia de la ley y el orden y acorde con su narrativa de la degeneración de la vida urbana”, señala Borick. “Ese es el mensaje, el mensaje de Trump y su bloque republicano, de que los ‘locos’ son una amenaza y debemos hacer lo que podamos para proteger a los ‘estadounidenses’ como sea”.