MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
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La declaración final de la cumbre de la Liga Árabe celebrada este viernes en la ciudad saudí de Yedá ha aplaudido, entre sus aspectos principales, la reincorporación de Siria, el acercamiento saudí-iraní y los esfuerzos de paz en Yemen y Sudán como una nueva fase de integración regional en un encuentro que pasará a los anales del evento como el primero en doce años que ha contado con la presencia del presidente sirio, Bashar al Assad, doce años después de la suspensión de su país por el conflicto bélico.
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La 32ª Cumbre de la Liga Árabe también ha estado marcada por la presencia del presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, en una etapa relámpago dentro de la gira internacional que lleva haciendo desde hace una semana, y en la que ha pedido a los Estados miembro que no "aparten la mirada" de lo que está ocurriendo en su país, inmerso en una guerra con Rusia, en un discurso ante precisamente aliados tan destacados de Moscú como el propio Al Assad.
En su comparecencia, Al Assad ha aplaudido el retorno de su país como el comienzo de una era de solidaridad regional frente a un Occidente "vacío de principios y valores".
Al Assad ha reivindicado los vínculos indisolubles de su país con la organización. "El arabismo es el pasado, el presente y el futuro de Siria", ha declarado el presidente, doce años después de que la organización suspendiera a su país por el estallido de la guerra
Los países miembros de la Liga Árabe, ha asegurado Al Assad, se encuentran ante una "oportunidad histórica para reorganizar sus asuntos con la menor interferencia extranjera posible", lo que requiere "reposicionarse en un nuevo mundo a través de la atmósfera positiva generada por reconciliaciones previas", como el acercamiento entre Irán y Arabia Saudí, los dos grandes rivales regionales.
"Hoy nos enfrentamos a una oportunidad para cambiar la situación internacional en un mundo multipolar, resultado del dominio de un Occidente vacío de principios, morales, amigos y aliados", ha añadido el mandatario sirio en su discurso, recogido por la agencia oficial de noticias siria Sana.
El anfitrión del evento, el príncipe heredero saudí Mohamed bin Salmán, también ha enmarcado el retorno de Siria como un ejemplo de integración regional. "Esperamos que el retorno de Siria a la Liga Árabe pueda contribuir a lograr la estabilidad en el país y a resolver su crisis", ha hecho saber Bin Salmán durante su discurso de apertura.
"Les aseguramos a los países amigos del este y del oeste que estamos avanzando en paz", ha asegurado el heredero antes de subrayar que la Liga nunca permitirá que la región "se convierta en una zona de conflicto".
SUDÁN, YEMEN, LÍBANO
A tal efecto, la declaración de Yedá ha celebrado especialmente las negociaciones de paz para poner fin al conflicto entre Ejército y paramilitares en Sudán, así como el avance de las conversaciones en Yemen, más avanzadas, y que han registrado este año un avance sin precedentes con el intercambio de unos 900 prisioneros de guerra.
La declaración también está cimentada en un respaldo sin fisuras a la causa palestina, donde reafirma la iniciativa árabe como un "camino viable hacia su resolución" y su respaldo a la función de Naciones Unidas como mediador para resolver la crisis en Libia.
Tras la declaración y, ya a título particular, Arabia Saudí concluye reafirmando "la posición del Reino en apoyo de todo lo que contribuya a reducir la intensidad de la crisis en Ucrania, el no deterioro de la situación humanitaria y la disposición del Reino para continuar los esfuerzos de mediación entre la Federación Rusa y Ucrania".
En el único "debe", los Estados de la Liga Árabe piden finalmente a Líbano, atascado desde hace años en una enorme parálisis política y económica, que celebre de una vez elecciones para concretar de una vez nuevo gobierno que suceda al actual ejecutivo en funciones, y facilitar así la asistencia de sus socios internacionales.