MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
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La polémica deriva de una información en la que se señala a antiguos concejales, entre ellos varios miembros del actual gabinete, de no ser capaces de justificar los gastos que cobraron a las arcas públicas y asociados supuestamente a su labor oficial. Las autoridades ya han abierto una investigación, pero el escándalo ya ha llevado a la ministra de Educación, Jurgita Siugzdiniene, a presentar su dimisión.
"La situación es grave", ha reconocido este viernes el líder del partido y ministro de Exteriores, Gabrielius Landsbergis, que está dispuesto a examinar si se trata de algo "sistémico", como ha explicado en una rueda de prensa recogida por la televisión pública. Las miembros de administraciones locales no reciben más remuneración en Lituania que las dietas derivadas directamente de su trabajo.
No obstante, Landsbergis también ha advertido de que elevar el nivel de transparencia y rendición de cuentas puede ser inabarcable a día de hoy, ya que se trata de una práctica extendida. En este sentido, ha admitido que él mismo no dispone de documentos que acrediten pagos recibidos durante su etapa como eurodiputado, entre 2014 y 2016.