MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
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En su informe, recogido este viernes por el 'Washington Post', Myanmar Witness se refiere concretamente a una serie de presuntos crímenes supuestamente cometidos por una columna militar birmana en la céntrica región de Sagaing entre finales de febrero y principios de abril. El 27 de febrero, fueron hallados varios cadáveres, al menos uno de ellos, decapitado tras un asalto militar en la localidad de Myinmu. A principios de marzo, en otra localidad de la región, fueron hallados otros tres cadáveres en el mismo estado, según las imágenes geolocalizadas por el equipo de investigación de la ONG.
"La proximidad de ambas localidades, a distancia de caminata, incrementa la probabilidad de que las mismas fuerzas fueran responsables de unos incidentes", explican los autores del informe, "que representan un patrón de excesiva violencia a través de decapitaciones, desmembramientos y torturas que no cumplen otra función más que la de representar una dramática y horrenda advertencia contra quienes se resisten al régimen militar".
Cabe recordar que, esta misma semana, grupos de la resistencia birmana han acusado a la junta militar de decapitar a ocho personas, tres civiles y cinco miembros de la resistencia, durante una serie de operaciones en la localidad de Chaung U, también en esta región conocida por su tradicional oposición al régimen militar.
Un destacamento de 80 efectivos irrumpió el viernes en un campo de entrenamiento de la Fuerza de Defensa del Pueblo (FDP) y un monasterio adyacente tras ocupar la localidad de Kyi Kone sobre las 19.00 (hora local) del viernes, según informaciones del portal de noticias The Irrawaddy.
Las víctimas mortales se encontraban entre más de un centenar de residentes que tuvieron que evacuar el monasterio ante la redada, que se vio precedida por una serie de enfrentamientos entre las fuerzas de la resistencia y los militares.
Los conflictos en Birmania han estado caracterizados siempre por su extrema brutalidad, que no escapa a ninguno de los bandos en conflicto. En agosto del año pasado, el grupo antimilitar Goodhearted Gangster (Criminales de buen corazón) que opera en el municipio de Myaung, de nuevo en Sagaing, se jactó en Facebook de haber decapitado a un administrador local designado por la junta y "jugado al fútbol con su cabeza".
La publicación fue borrada, pero el grupo reconoció posteriormente este incidente en comentarios posteriores al Frontier Myanmar. "Decapitar a los 'dalans'", aseguró un portavoz, usando el término designado para identificar a los informadores de los militares, "es para nosotros tan natural como comer o beber".